No les falta ritmo, ni de trabajo ni en el pentagrama. Desde que asomara el primer álbum de The Kleejoss Band en la primavera de 2014, la cadencia del grupo ha sido imparable; ‘El secreto’ es el quinto trabajo de estudio de esta banda zaragozana convertida en un referente para los músicos dentro del rock nacional. Les falta un escalón más para llegar a públicos masivos, pero no quieren subirlo al tuntún. Luis Kleiser (guitarra, voz) y Joss Mayoral (batería) forman la columna vertebral de un proyecto que completan Nacho Prol (bajo) y Andrés Malo (guitarra).

‘El secreto’ se grabó en los estudios Guitar Town, con Hendrik Röver (los Deltonos) en la mezcla y masterización; buen aliado para mantener la frecuencia y calidad de la producción. "Lo de disco por año –apunta Luis Kleiser– sale de forma natural; de hecho, hemos tardado unos meses más esta vez. Si lo forzáramos, el resultado no tendría el estándar que buscamos. Antes de empezar el anterior disco ya tenía por ahí diez o doce ideas el siguiente, pero cuando empecé a trabajarlas acabé tirándolas todas a la basura... y de repente surgió esto".

Andrés y Nacho, los nuevos, se han imbuido rápidamente del espíritu que mueve al grupo. "Nos seguían de antes y enseguida han pillado la dinámica, han subido al coche sin que hubiera que frenarlo. Son muy buenos instrumentistas y han mostrado un compromiso absoluto. Para Andrés es su primera banda con cierto calado; Nacho, aunque es muy joven, tiene más experiencia al haber tocado en China Chana y Comando Cucaracha, y la ilusión la conserva intacta. A Andrés hay que sujetarlo, se desboca de puras ganas".

Joss Mayoral y Kleiser no han formado acuerdo prematrimonial en su alianza artística. "No hay separación de bienes ni planes de divorcio. A veces discrepamos, claro, pero llegamos fácilmente a un acuerdo en cada cambio de impresiones, porque hay un objetivo común: lo mejor para The Kleejoss Band. Nos sobran las etiquetas calificativas más allá del rock. A mí me gusta el rock, pensar en sureño, ‘stoner’ o ‘grunge’ te encorseta. Prefiero la camisa grande".

Kleiser es profesor. Estuvo en varias bandas antes de llevar la voz cantante en Lavodrama, una de las mejores noticias del rock zaragozano a mediados de la pasada década. "Fue una escuela maravillosa, lo mismo que el espacio en el que crecimos, Arrebato. Aprendí lo que hay que hacer y lo que no, sacamos buenos discos y canalizamos la rabia juvenil. También le atribuyo a esa época mi ética de trabajo, la integridad...".

La conciliación

Subido a esta máquina a vapor que es The Kleejoss Band, Kleiser celebra contar con apoyo en casa. "Soy el único papá del grupo, tengo dos hijas pequeñas y la coordinación no es fácil, pero tengo suerte: mi mujer me apoya al cien por cien, y compartiendo tareas llegamos a un buen equilibrio. A las niñas les gusta la música, la mayor agarra la guitarra y la pequeña juega con el piano, pero no les voy a dar la lata para que hagan música; serán lo que quieran ser".

El nuevo disco está en las principales plataformas digitales, y también se puede pedir el formato físico (que está a la venta en Discos Linacero) en el Facebook del grupo. Los próximos bolos del grupo por España serán en Barcelona (15 de marzo, dentro del vigésimo aniversario de Discos Revólver) y Torredembarra (Tarragona, al día siguiente). Luego toca Valladolid en abril, Gandía y Orihuela en mayo y Zaragoza el 8 de junio (Las Armas); una semana más tarde estarán en la fiesta de la Cerveza Rondadora en Labuerda (Huesca) y se han sumado al Benás Fest de Benasque (27 de julio). "Es bonito comprobar el cariño de la gente –concluye Kleiser– porque saben que no nos guardamos nada. Nos faltan conectar con el público más amplio, el que no lee prensa musical ni busca cosas nuevas por la red. ¿La meta del grupo? Ser un poco más grandes que ayer. La competición es con nosotros mismos".