Buscando el éxito durante 20 años

Veterinario de profesión, Bello se define como cantautor aragonés y recoge en su libro ‘Memorias al olvido’ su camino, aún sin finalizar, para que su música llegue al público

El cantautor aragonés, Chema Bello, con su guitarra en Zaragoza.
El cantautor aragonés, Chema Bello, con su guitarra en Zaragoza.
Aránzazu Navarro

Bruce Springsteen cuenta en sus memorias que estuvo a un paso de no alcanzar la fama y el reconocimiento que tiene hoy en día. A los 6 años vio a Elvis Presley actuando en televisión y rogó durante días a sus padres que le alquilaran una guitarra ­–no se podían permitir comprar una–. Al final aceptaron y ‘the boss’ practicó durante horas cada día y se dedicó por completo a desentrañar los secretos de las seis cuerdas... durante dos semanas. Se cansó, devolvió la guitarra y no volvería a coger una hasta ocho años más tarde.

Chema Bello aún se encuentra en esa primera fase, en la de buscar el acorde del éxito. Pero en vez de desistir a las dos semanas, él todavía no ha abandonado y lleva ya 20 años intentando difundir su música dedicada a Aragón.

"Yo entiendo que otros, cuando les pasan dos o tres cosas como las que me han pasado a mí, abandonen", asegura el cantautor. Se refiere a las desventuras que ha sufrido durante estos 20 años, narradas en un poemario que se presentará el 9 de marzo en el Patio de la Infanta: ‘Melodías al olvido’. Autopublicado por él mismo, este libro recoge salas de música cerradas a la hora programada de su concierto, programadores con fingido interés que no devuelven las llamadas o actuaciones en pueblos que caen en el olvido absoluto porque juega España contra Italia.

El ánimo del libro tiene "cierta sorna", reconoce Bello. Y cierta ironía hay en que justo cuando le dedica una canción al Real Zaragoza para el programa de Aragón TV ‘Avispas y tomates’, este fuera cancelado. A pesar de ello, grabó el tema por su cuenta y propuso por dos veces al club que sonara en La Romareda. No hubo respuesta afirmativa. Aunque reconoce que no es socio del club, a Bello le haría ilusión un acto como ese. "Yo al Zaragoza lo llevo dentro", afirma.

Las Fiestas del Pilar también se le han escapado. "Si eres artista y actúas en las fiestas de tu pueblo, te dan cancha. Mi pueblo es Zaragoza", explica. Sin embargo, no ve "ningún espacio para la canción de autor" en los festejos. "Hay mucha gente escribiéndole a Aragón pero no tienen un hueco. Puedes oír música sefardí –que cuenta con todos mis respetos– pero no oyes a nadie cantándole a los Monegros", denuncia.

Esa es una de las reivindicaciones que Bello realiza en su libro. "Es una pena que, habiendo un germen de canción aragonesa tan bueno, no haya habido un seguimiento. Era mucho más popular que la canción de autor de Cuenca o Albacete, por ejemplo, pero no se le ha apoyado. Ahora solo estamos unos locos cantándole a Aragón", dice el cantautor, que lleva más de un millón y medio de kilómetros a sus espaldas por su profesión de veterinario. "He conocido el medio rural y su gente. Me he impregnado del paisaje y la cultura de Aragón, eso es lo que me ha animado a escribir todos estos años", cuenta.

¿Qué es el éxito?

"Después de 20 años, aún no sé que hace falta para triunfar –reconoce–. Seguramente una buena técnica, saber llegar a la gente, tiempo, dinero y apoyo". Pero para él, el éxito no se trata de eso. A Chema Bello lo que le mueve es continuar con una tradición de trobadores y juglares de la que se siente heredero, además del pequeño grupo de incondicionales que le siguen bolo tras bolo por la comunidad. "Son la familia y los amigos, pero eso es lo que a mí me anima a continuar. Si no, no lo haría", dice.

Esos fans, y algún otro proyecto más como el grupo de música y poesía As de corazones del que es miembro, le impulsan a continuar. Bello pretende cantarle a Aragón otros 20 años o, al menos, "mientras siga teniendo ideas y parné para financiármelas", cuenta.

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