Love Of Lesbian: "Seguimos sintiéndonos novatos, aunque hemos crecido al lado de nuestro público"

Decir que Love Of Lesbian han agotado las localidades es casi un ‘déjà vu’: en el último lustro sus seis actuaciones en Zaragoza se cuentan por llenazos. La banda de Santi Balmes regresa este sábado (21.00) a la sala Mozart, donde presentarán su espectáculo –diríase– multidisciplinar ‘Espejos y espejismos’. Además de canciones, en el ‘show’ se dan cita títeres, equilibristas y sombras chinescas, gracias a la escenografía de Guillem Albà. Sí, esto recuerda al montaje que ya se pudo ver en la misma sala Mozart en la Navidad de 2014, pero el recital de esta sábado presenta muchas novedades.

"Hemos actualizado el repertorio. Habían muchos temas de nuestro último disco ‘El poeta Halley’ que parecían haber nacido para este espectáculo", explica Santi Balmes. "Cansarse de llenar –dice entre risas– sería extraño" y "siempre intentamos sorprender, dar nuevos estímulos a nuestro público, así que nos lo trabajamos para que esos ‘sold outs’ sucedan".

Aunque el espectáculo dura sus buenas dos horas, el repertorio de Love Of Lesbian daría para un maratón musical. "Cada vez es más duro dejar temas fuera. Casi te lo compararía con una plantilla de fútbol tan grande que tienes que aprender de los entrenadores y saber gestionarla para que ninguna canción se gaste", dice Balmes.

Aunque la banda adora la capital del Ebro, no tienen una conexión aragonesa directa ("si te sirve, nuestro técnico de monitores veranea en Fraga porque la familia de su mujer es de allí", bromean), si bien desde que cantaban en inglés y eran punta de lanza ‘indie’ se desfogaron por distintos escenarios zaragozanos. "No es lo mismo tocar ante 15 personas que ante 15.000. Ni en la inseguridad, ni en la propuesta", explica Balmes. "Obviamente, de aquella banda de principiantes lo único que queda es la ilusión, pero por aquel entonces acostumbrábamos a dar muchos palos de ciego", añade.

El abismo de la televisión

Sobre el haberse convertido en una de las formaciones ‘nobles’ del pop español, Balmes también expresa sus dudas. "Seguimos sintiéndonos novatos, sobre todo, en esa supuesta nobleza que mencionas. Hemos crecido, pero también lo hemos hecho al lado de nuestro público. Cada vez vemos más el abismo que hay entre los solistas y las bandas que aparecen en la televisión, en tantos programas... Nosotros vamos tirando casi desde un secreto a voces, generado por internet, como decía La 2 en aquel anuncio, ‘para una inmensa minoría’", reflexiona.

De lo que no se puede acusar a la banda catalana es de acomodarse, porque cada vez tocan más palos y más distintos. Quizá lo próximo sea "la electrónica o un disco a piano y voz", avanzan. Nunca se sabe, porque si se les pregunta por el ‘guilty pleasure’, las respuestas son de lo más divergente: "El otro día mi mujer tenía puestos a los Spandau Ballet y recordé la manía que les tenía de joven. Y, ostras, tenían temazos. ¡No se puede ser joven!", bromea el líder de la banda.

A Balmes y sus secuaces también les gusta diversificar y, entre su último material, figuran una colaboración en el disco de Zahara o un par de temas para la película ‘Memorias de un hombre en pijama’. Por cierto, que durante su concierto de este sábado se estarán entregando los Goya y la mentada película cuenta con alguna nominación. "No nos interesan mucho las galas y los galardones. Todos los premios, incluso los que ganas, no te acercan más a la verdad. No sabría cómo decirlo sin quedar conspiranoico, pero hay muchos, muchos intereses creados. Ninguna gala de ningún tipo me quita el sueño", afirma la voz de ‘Noches reversibles’ o ‘Planeador’.