Juana Francés se reencuentra con Pablo Serrano en una retrospectiva de su obra

Una muestra recupera en Zaragoza piezas de la artista, viuda del escultor aragonés, algunas ocultas durante casi 30 años

Visitantes recorren uno de los espacios de la retrospectiva de Juana Francés
Visitantes recorren uno de los espacios de la retrospectiva de Juana Francés
Oliver Duch

«Con unas gafas viejas, las tripas de un reloj, la tuerca de un piano, tornillos de un demente, te crea de repente... un señor». Así describía en los 70 la poetisa Gloria Fuertes la obra de Juana Francés (Altea, Alicante, 1926 - Madrid, 1990), única mujer miembro y fundadora del grupo El Paso. Ayer se inauguró en el museo Pablo Serrano de Zaragoza la retrospectiva ‘Juana Francés. Una voluntad investigadora’, que ha logrado reunir obras que llevaban casi 30 años en diferentes museos de España, muchas de ellas en fondos y sin exponer.

Y la retrospectiva tiene lugar en el museo que lleva el nombre del que fuera su compañero durante 30 años. Pablo Serrano fue la pareja de Juana Francés desde que se encontraron, en 1956 (se casaron en 1974), hasta la muerte del escultor aragonés, en 1985. «Pero Juana no estuvo nunca a la sombra de Pablo. Ella prefería la intimidad para crear y él, rodearse de gente. Por ello fue menos conocida, y también porque una mujer pintora en los años 50 y 60 no lo tenía muy fácil», explicaba ayer María Pilar Sancet, comisaria de la exposición.

«Mi encuentro con Pablo fue fundamental. Fue hallar el amor a la vez que un camarada para recorrer juntos el camino del arte», dijo en su momento Juana Francés. Y ese camino del arte se puede recorrer en la muestra, que divide las tres etapas creativas de Francés: el informalismo (1956-1963), la crítica de la desnaturalización del hombre en la ciudad (1963-1979) y la tercera etapa (1980-1990), más colorista y alegre. «Y, en cada una de ellas, Juana Francés investigaba en la materia. Durante el informalismo, representaba los pueblos de España con arena y tierra. Las construcciones de la ciudad, con ladrillos, metales... Utilizaba también materiales domésticos, como botones, vajilla...».

Piezas de varios museos

Componen la exposición un total de 54 obras, que proceden de varios museos de España, así como de fondos particulares. Al morir, en 1990, Juana Francés donó su obra, repartida a partes iguales, a cuatro museos: el Pablo Serrano (Zaragoza), el IVAM (Valencia), el MACA (Alicante) y el Reina Sofía (Madrid). «Ha supuesto un gran esfuerzo reunir estas obras, algunas de las cuales llevaban sin exponerse desde principios de los 90, cuando se hicieron retrospectivas de su obra», dijo la comisaria. Muchas de las piezas estaban guardadas en fondos museísticos, «por ejemplo en el Reina Sofía, que no las exponía incluso cuando tenía una sala dedicada al grupo artístico El Paso», que Juana fundó junto a Pablo y otros artistas, como el aragonés Antonio Saura, en 1957.

La muestra, además, es un reencuentro entre Juana y Pablo, con esculturas de Serrano, como ‘Bóveda para el hombre’ (1962) o ‘Fajadito’ (1964), que se mezclan con las obras de Francés a lo largo del recorrido. La exposición se puede visitar hasta el 5 de mayo, con entrada gratuita.

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