Alejandro Acín, un artista y fotógrafo aragonés entre el Reino Unido y Nepal

Desde hace cinco años desarrolla actividades en las que indaga en el papel de las imágenes en la sociedad actual.

Alejandro Acín (Huesca, 1984), de pie, a la derecha, durante el taller que acaba de dirigir en PhotoKathmandu.
Alejandro Acín (Huesca, 1984), de pie, a la derecha, durante el taller que acaba de dirigir en PhotoKathmandu.

Recordar y olvidar son ejercicios de carácter individual: nadie puede recordar u olvidar por otros. Y estos recuerdos son los que definen nuestra identidad personal y nuestro lugar en el mundo aunque, finalmente, es el contexto social quien les da sentido". Lo asegura el fotógrafo y artista aragonés Alejandro Acín, que lleva años reflexionando sobre la construcción y destrucción de la memoria histórica a través de las imágenes.

En este 2018, por ejemplo, lo ha hecho en el Reino Unido y Nepal. En febrero colaboró con el artista visual Julián Barón en el taller colaborativo ‘The Cage: visualising the housing crisis’ (‘La jaula’: visualizando la crisis de la vivienda’), celebrado en Bristol. El taller, organizado con el apoyo de Acción Cultural Española, People Republic of Stokes Croft y la University of West of England, se basaba en la construcción de un archivo colectivo de imágenes oficiales, no oficiales, comunitarias, personales, familiares, corporativas… donde la fotocopia se ‘convertía’ en cámara fotográfica.

Un taller en el que "el proceso creativo para la construcción del archivo era tan importante como su propio contenido –relata Acín–. La idea era discutir un problema actual, como la crisis de la vivienda en Reino Unido, a través de la intervención de las imágenes". Todo ello se tradujo en una publicación y en un mural de 16 metros en un espacio público. La buena acogida del taller hizó que Barón y Acín fueran invitados a desarrollar el mes pasado una nueva edición de ‘The Cage’ en Katmandú, junto al artista nepalí Rohan Thapa, director de Nepal Point-Photography Art Centre, primer espacio expositivo dedicado a la fotografía en el país asiático, que abrirá sus puertas en 2020. El taller se encuadró en el marco del festival PhotoKathmandu, uno de los más importante del sur de Asia. Allí también se planteó una reflexión sobre los problemas actuales del país (el papel de la mujer en la sociedad, la espiritualidad en el mundo capitalista...), a partir de imágenes aportadas por los participantes. Ya hay conversaciones para llevar ‘The Cage’ a otros festivales y puntos del planeta.

Los archivos y el poder

"El acceso a las imágenes se convierte en el primer paso para una construcción democrática de la memoria colectiva –señala Acín–. La memoria colectiva requiere de una discusión plural y constante. Obstaculizar el acceso a ciertas imágenes relacionadas con crímenes de guerra, por ejemplo, no es sino otra forma de amnesia histórica". Este fotógrafo e investigador oscense indaga en los lazos que unen las imágenes, el poder y la memoria colectiva.

"Desde sus orígenes, la idea del archivo está estrechamente relacionada con el poder. Si nuestro uso de la fotografía ha sido mayoritariamente para documentar una realidad, está claro que las imágenes son instrumentos muy poderosos para recordar la historia. La imagen se convierte así en una jaula de la que es difícil salir. Por eso, ofrecer una mirada crítica a los archivos hace que puedan ser vistos más como un espacio de construcción que como un espacio de excavación".

Una mirada en la que no hay ni un ápice de nostalgia. "La nostalgia es un deseo frustrado de volver al pasado, así como la fotografía es un intento frustrado de representar la realidad. El pasado puede convertirse en otra jaula si lo entendemos como algo inamovible, algo ya vivido. Si entendemos la fotografía como una herramienta que nos permite imaginar, así como crear nuevas realidades que nos ayuden a entender un poco mejor el pasado para construir un presente, entonces se nos abre un abanico de posibilidades infinito. Esta capacidad metafórica que tiene la fotografía, como un elemento imprescindible en la construcción de una mirada crítica, no se enseña en las escuelas, ni siquiera en las universidades. Al sistema no le interesa que desarrollemos una mirada crítica; por el contrario, se nos invita a ser partícipes de un mundo donde todas las imágenes que vemos quieren vendernos algo, imágenes funcionales que comunican mensajes específicos (se busca, peligro, fumar mata...). Nuestra responsabilidad como artistas visuales es cuestionar los usos de las imágenes a lo largo de la historia".

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