Jean Barbaud: "Ahora hay demasiados Tiñosos y no podrían ser héroes en los dibujos"

Pedro, el Gordo, el Tiñoso o el Maestro enseñan historia a generaciones desde los 70 en ‘Érase una vez... el hombre’. Su dibujante visitó Zaragoza.

Jean Barbaud, en Milcómics, donde firmó ejemplares dentro de su visita a Zaragoza con el Instituto Francés.
Jean Barbaud, en Milcómics, donde firmó ejemplares dentro de su visita a Zaragoza con el Instituto Francés.
Aránzazu Navarro

Convertida en clásico, ‘Érase una vez... el hombre’ es ya una serie intergeneracional y de plena vigencia. Estrenada en Francia en 1978, la creación de Albert Barillé, con los dibujos de, un por entonces jovencísimo, Jean Barbaud, pronto dio una exitosa vuelta al mundo, en un periplo que no cesa 40 años después. Los niños de 2018 encuentran puntos en común con las vivencias infantiles de sus padres aproximándose a la historia a través de esta producción televisiva y de su traslación al cómic, que ahora acaba de reeditarse. También descubrió los secretos de la anatomía humana, a través de su secuela ‘Érase una vez... el cuerpo humano’. Siempre, de la mano de Pedro, el Gordo, Flor o los malvados Tiñoso y el Canijo. Una familia que salió de las manos de Barbaud, quien este martes visitó Zaragoza invitado por el Instituto Francés. Por la tarde, firmó ejemplares de sus libros en Milcómics.

¿A qué atribuye la pervivencia del éxito de ‘Érase una vez....’, 40 años después de su estreno?

No sé en España, pero en Francia la gran suerte de esta serie es que los niños podían divertirse porque siempre había una trama y momentos divertidos y, al mismo tiempo, los padres estaban contentos de dejar a los niños delante de la tele porque aprendían algo. También les pasaba a los profesores, que encontraban que era un complemento al colegio. Los niños continuaban aprendiendo algo fuera de la escuela. Y el hecho de que se haya emitido muchas veces a lo largo de los años también influyó.

¿Qué papel cree que tienen en este éxito intergeneracional el carisma de sus personajes: Pedro, el Gordo, el Tiñoso, el Maestro, el Canijo...?

El personaje del Maestro se convirtió en el símbolo de toda la serie. Tenía un aspecto muy diferente del resto de los personajes, con su barba, que parece un peluche. Este personaje aparece en las demás series: en la del espacio, en la del cuerpo humano... y permitió fijar la imagen de la producción, que se identificara a lo largo de los años.

¿Cuál es su relación actual con sus personajes? A veces el padre acaba harto de sus hijos...

Creo que he superado un estadío en el que estuve harto porque he tenido posibilidad de hacer cosas diferentes:_series, libros para niños, tebeos... Ahora estoy contento de reencontrar a mis personajes de vez en cuando. Además han madurado, son algo diferentes. Ya no dibujo al Maestro como lo hacía al principio, hace 40 años. Actualmente, dibujarlos es un placer. («Y él (Barbaud)_se ha vuelto más sabio también...», apuntó su mujer , que le acompañó en la entrevista.).

O sea, que ahora usted es el Maestro...

No pienso que haya llegado a la categoría de Maestro aún. Hay cosas que aprendí en el colegio y que no me interesaban particularmente, como es el caso de la historia. Pero el hecho de trabajar en esta serie me obligó a documentarme, a trabajar sobre ello, sobre la gran historia. Hay cosas que comprendí mucho mejor o completé lo que había aprendido en el colegio. Y con la biología pasó lo mismo. Así que la serie hace lo mismo con los mayores que con los pequeños. Acabamos aprendiendo con placer cosas que nos obligaron a aprender antes.

Hablando de los métodos de enseñanza. Antes la información venía de arriba abajo. Ahora, de todos los lados. Y surgen las controversias ante cuestiones que antes se daban por sentadas, hay revisionismo histórico, aparece lo políticamente correcto... Cuando lanzan nuevas ediciones de ‘Érase una vez... el hombre’, ¿tiene miedo a la polémica?

No es que tenga miedo forzosamente. Pero sí que siento que no somos tan libres como en los años 70. Ahora hay cuestiones que surgen sobre ciertas representaciones de las cosas. Por ejemplo, con los episodios de los conquistadores de América del Sur, en la primera serie presentamos unos indios con taparrabos, pero ahora hay que vestirlos más. Hay que hacerles un vestido con hojas porque en ciertos canales o países no lo aceptan. Esto es una libertad que se ha perdido. Pero en cuanto al aspecto histórico, desde el punto de vista del revisionismo, por el momento no he sentido presiones al respecto. Espero que siga siendo así.

¿Quién sería actualmente el Tiñoso?

Hay demasiados. Y, desgraciadamente, no podrían ser un héroe en los dibujos animados, porque son menos divertidos.

¿Qué tebeos le gusta leer?

De todo tipo. Como soy dibujante, sobre todo me atrae el aspecto gráfico. Pero hay cómics de los que amo el grafismo y leyéndolos me doy cuenta de otras cosas. También hay amigos y libreros que me recomiendan algunos. Pero si no siento el flechazo gráfico, me cuesta entrar. A veces reconozco que estoy un poco pervertido por el tema de los dibujos.

Hablemos de otro conocido personaje suyo, el Inspector Gadget. ¿Siente que es un actor secundario en su producción?

El Inspector Gadget me llegó como un encargo de mi estudio, ya había sido creado y yo asesoré sobre el color. Después me encargué de todo. Pero es verdad que no tenía este aspecto educativo, era puro entretenimiento. Quizá por ello en España trascendió menos, por ser un divertimento. Pero personalmente no lo puedo situar en segundo lugar. También fue muy famoso, incluso lo compró Disney.

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