Rosalía, un terremoto ibérico y global

La joven catalana, que remueve los cimientos del flamenco con una mezcla de transgresión y fidelidad a sus principios, va camino de convertirse en una artista mundial

Rosalía presentó su segundo disco el pasado miércoles en un concierto gratuito que tuvo lugar en la madrileña plaza de Colón
Rosalía presentó su segundo disco el pasado miércoles en un concierto gratuito que tuvo lugar en la madrileña plaza de Colón
EFE

Como Camarón, cuando desafió hace 40 años a los puristas del flamenco introduciendo baterías y guitarras eléctricas en ‘La leyenda del tiempo’, Rosalía ha removido los cimientos del género con una mezcla de transgresión y fidelidad a sus principios. Esta joven nacida en el extrarradio de Barcelona en 1993, sin tradición de cantaores en su familia ni sangre charnega, va ya camino de convertirse en un icono global de la cultura ibérica. Ha actuado en Londres y Singapur, revienta festivales como el Sónar y está nominada a cinco Grammys latinos. El pasado miércoles presentó en Madrid su último disco, ‘El mal querer’ (Sony Music), en un concierto gratuito en la plaza Colón al que asistieron más de 11.000 personas. Las entradas, que eran gratuitas, se agotaron en menos de cinco horas.

La contradicción de su éxito es que esta joven no encaja en los estereotipos del flamenco. Ha sido criticada por una supuesta apropiación cultural, pero ella se defiende con uñas y dientes. «Yo siempre seré flamenca, aunque no sea gitana y no encaje en el estereotipo de las cantaoras, lo llevo en el alma», responde en cada entrevista cuando le plantean la cuestión más repetida en sus diez años de carrera.

Un personaje con duende

El personalísimo duende de Rosalía ha conseguido que los jóvenes vuelvan a escuchar flamenco. Y no solo en España, también en Estados Unidos, en Gran Bretaña o en Asia. En septiembre avanzó los detalles de su disco ‘El mal querer’ desde la mismísima Times Square y días más tarde interpretó uno de los temas, ‘Malamente’, en el influyente programa de televisión de Jools Holland en la BBC británica.

Cuenta Rosalía que la primera vez que escuchó a Camarón –«a través del altavoz de un coche aparcado en la calle»– fue como si «él me traspasase». Si la revolución del genio de San Fernando se perpetró musicando y cantando los poemas de Lorca, esta iconoclasta chica del Bajo Llobregat lo hace fusionando el flamenco con géneros tan antagónicos a priori como el rhythm and blues o el trap. También lleva al barroco su estilo vital y la forma de vestir –su diseñador de cabecera es Palomo Spain– y los videoclips. En el de ‘Malamente’, una canción que habla de la muerte, los actores interpretan a chavales ‘poligoneros’, el universo central de su obra. Hay abuso del chándal con colores estridentes, incluso un cofrade con uniforme de nazareno que monta sobre monopatín con clavos.

Nada en la obra de Rosalía es fruto de la improvisación. Para ser una estrella global hay que entrenar duro y ella lo hace sin desmayo. Además de haber asumido el profesionalismo de la industria musical norteamericana, a los 13 años empezó a estudiar a los grandes del género bajo la tutela del maestro gaditano Chiqui de la Línea, quien le sigue acompañando a día de hoy. Su formación también incluye técnica lírica, música moderna y cante jondo.

En el caso de ‘El mal querer’, su intención era narrar una historia flamenca en varios actos. Su protagonista es un personaje «con fuerza y poderío», la guía de los capítulos en los que se divide su disco: ‘Malamente’ es augurio; ‘Que no salga la luna’, la boda; ‘Pienso en tu mirá’, los celos; ‘De aquí no sales’, la disputa; ‘Reniego’, el lamento; ‘Preso’–un tema en el que pone la voz Rossy de Palma–, la clausura; ‘Bagdad’, la liturgia; ‘Di mi nombre’, el éxtasis; ‘Nana’, la concepción; ‘Maldición’, la cordura, y ‘A ningún hombre’, el poder.

Los dos sencillos que estrenó antes de la salida de este disco, ‘Malamente’ y ‘Pienso en tu mirá’, ya acumulan más de cien millones de escuchas en las distintas plataformas de internet.

Chica Almodóvar

Este terremoto musical y global no le ha sido ajeno al director Pedro Almodóvar, que quiso apuntarse el tanto de hacer debutar a Rosalía en el cine, además junto a Penélope Cruz en su regreso a los brazos del director manchego. Lo hizo en ‘Dolor y gloria’, una película que se rodó el pasado verano. «De pequeña veía las películas de Pedro y las mujeres que salían me parecían de otro mundo... Pero a la vez tan familiares», escribió en Instagram tras el primer día de grabación. Rosalía lo tiene claro: a su generación ya no le da miedo internacionalizarse: «Lo que hacemos en España sale de España y no se queda solo aquí».

Hoy, Rosalía canta en el Bilbao Exhibition Center en la gala de los European Music Awards de la MTV junto a figuras consagradas como Janet Jackson, Nicki Minaj o David Guetta, entre otros.

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