El incunable impreso en Zaragoza que intentó exportarse pertenece a la edición perdida, muy codiciada por bibliófilos

Según figura en el expediente del Ministerio de Cultura fue editado el 27 de noviembre de 1492. El 'Cancionero' es la primera recopilación de escritos religiosos con fines educativos que se publicó en España.

Página de los Fueros del Reino de Aragón, otro libro de gran relevancia impreso en Zaragoza en el siglo XV por Pablo Hurus
Grabado identificativo del taller de Pablo Hurus en una página de los Fueros del Reino de Aragón, otro libro de gran relevancia impreso en Zaragoza en el siglo XV
Biblioteca de la Universidad de Zaragoza

El Ministerio de Cultura ha confirmado que el 'Cancionero' de Íñigo de Mendoza impreso en Zaragoza que intentó sacarse de España el año pasado pertenece a la esquiva edición de 1492 de la que no había hasta ahora ejemplares localizados.

En el expediente de Cultura figura que la obra fue impresa en el taller de Pablo Hurus el 27 de noviembre de 1492 y, tal y como contamos el viernes, son muchos los historiadores del siglo XIX y XX que habían confirmado hasta la fecha la existencia de dicha edición. Pero, como explicaba Leonardo Romero Toba en sus investigaciones al respecto, ninguno de ellos había "dado noticia de ejemplar conocido". También la 'Revista de Literatura Medieval' publicaba hace unos años un artículo de Víctor de Lama en el que se mencionaba esta edición incunable como "hoy perdida". 

"La Biblioteca Nacional contiene una copia dieciochesca de la tabla de la edición de 1492, de su colofón y de los dos poemas finales del 'Cancionero'", exponía Romero Toba en un pie de página de su estudio 'Los libros poéticos impresos en los talleres de Juan y Pablo Hurus'. En dicha reproducción, puede leerse "fue la presente obra emprentada en la insigne ciudad de Zaragoza de Aragón por industria y a expensas de Paulo Hurus de Constancia Alemán, a XXVII días de Noviembre MCCCCXCII". Colofón que probablemente esté presente en el incunable que se intentó sacar de España para introducir en el mercado internacional, aunque todo depende del grado de conservación de la obra.

De esta esquiva edición también habían hablado hispanistas y medievalistas europeos del siglo XIX, época en la que el marqués de Jerez de los Caballeros publicó una desiderata que dio a conocer en 2014 el bibliófilo aragonés José Luis Melero. A través de ese listado, el marqués hacía saber a libreros y coleccionistas que estaba dispuesto a pagar una buena suma por hacerse con el 'Cancionero' de Fray Íñigo de Mendoza que había impreso Pablo Hurus en Zaragoza en 1492.

El contenido de la obra

Se trata, según expuso el filólogo ya fallecido Antonio Rodríguez-Moñino en un discurso ante los miembros de la Real Academia Española, de la primera recopilación de escritos de tipo religioso seleccionados para la enseñanza que se publicó en España. Arranca con la vida de Cristo y a continuación siguen cinco obras relativas a la Pasión, dos de tipo doctrinal y la 'Justa de la Razón contra la Sensualidad' de fray Íñigo de Mendoza para concluir con las 'Coplas' de Jorge Manrique y el 'Decir de la Muerte' de Fernán Pérez de Guzmán.

En ese discurso, Rodríguez-Moñino se refirió a él como un "precioso y rarísimo cancionero" y añadió: "Quien ordenó dicha crestomatía, si no la hizo el propio fray Íñigo, ciertamente fue persona de conocimiento, criterio acertado y buen gusto, que aspiró a poner en manos devotas un poético 'Libro de Horas' castellano" que representa la "perfecta unidad temática religioso-moral".

Los incunables son los libros impresos durante el siglo XV, en los albores de la imprenta y cuando en los talleres se afanaban por que el resultado se asemejase lo máximo posible a las obras manuscritas. Incluyen además bellos grabados. A día de hoy, los que se conservan se consideran muy valiosos y más todavía si, como en este caso, se trata del único ejemplar localizado de una edición.

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