La Fundación CAI da marcha atrás y cancela la venta de sus series de grabados de Goya

El Gobierno de Aragón había aprobado la compra de las 211 estampas en septiembre pasado por 550.000 euros.

Algunos de los grabados de la Fundación CAI, cuando se expusieron en la sala Luzán en 2014.
Algunos de los grabados de la Fundación CAI, cuando se expusieron en la sala Luzán en 2014.
Oliver Duch

La Fundación CAI (continuadora de la Obra Social de Caja de la Inmaculada), contra lo que se había anunciado, conservará sus cuatro series de grabados de Goya en primera edición. Como se recordará, el Consejo de Gobierno de la DGA aprobó a principios del mes pasado la compra de la colección por parte del Departamento de Educación, Cultura y Deporte por un coste de 550.000 euros, que se sufragaría en distintas anualidades. Las obras llegaron a Aragón en 1996, cuando la extinta Caja de Ahorros de la Inmaculada las adquirió en una subasta para sumarse a los actos conmemorativos del aniversario número 250 del nacimiento del pintor.

La Fundación Caja Inmaculada puso a la venta las piezas en 2016, y tanteó a varias instituciones aragonesas y nacionales para ver si estarían interesadas en ellas. La DGA anunció el año pasado que había llegado a un acuerdo para comprarlas, y hace tan solo unas semanas la operación fue aprobada.

Sin embargo, en los últimos días la compraventa se ha desbaratado, según han confirmado a HERALDO tanto fuentes de la DGA como de la Fundación CAI. Ambas, además, han negado a este periódico que la frustración de la venta se deba a que la entidad haya pretendido lograr una cantidad económica superior a la inicialmente pactada, como habían apuntado otras fuentes. "Decidimos adquirirlos para que no salieran de nuestra comunidad –señalan desde el Gobierno de Aragón–, pero ha sido la propia fundación quien a última hora ha querido seguir conservando su propiedad y nos ha ofrecido un acuerdo distinto. Ese acuerdo consiste en que los van a ceder en depósito al Museo de Zaragoza, con lo cual van a poder ser disfrutados igualmente por todos los aragoneses. Si en un futuro la fundación quisiera venderlos, la DGA tendría derecho de tanteo".

Un acuerdo "más ventajoso"

Desde la Fundación CAI se incide en la misma idea. "No es cierto que se haya pedido más dinero por los grabados. El acuerdo era total y estaba cerrado por ambas partes. Pero a finales de mayo se renovó el patronato de la fundación, y en una de sus reuniones posteriores se replanteó la operación: se acordó paralizar la venta y sustituirla por un acuerdo que fuera más beneficioso para todas las partes. El precio que se acordó en un principio fue el fijado en la tasación oficial realizada por el Ministerio de Cultura tras escuchar a los especialistas del Prado y de la Academia de San Fernando. La Fundación no ha pedido ni un euro menos ni uno más. Lo que ocurre es que se puede diseñar un acuerdo en el que todo el mundo salga ganando: los aragoneses, porque los grabados van a estar expuestos y no van a salir de aquí; la DGA, que se va a evitar un importante desembolso económico; y nosotros, que no nos desprendemos de un patrimonio que nos ha costado mucho adquirir".

La colección está integrada por las cuatro principales series de grabados de Goya en primera edición: 80 estampas de los ‘Caprichos’ (año 1799), otras 80 de los ‘Desastres de la guerra’ (año 1863), 33 de la ‘Tauromaquia’ (año 1816) y 18 de los ‘Proverbios’ o ‘Disparates’ (año 1864).

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión