La Aljafería se convierte en un escenario de rodaje para cuatro creadores audiovisuales

Estos días ha trabajado en el palacio Néstor Romero, quien prepara un cortometraje con varias actuaciones musicales.

Néstor Romero (izquierda) junto a su equipo y la orquesta (derecha), el sábado en la Aljafería.
Néstor Romero (izquierda) junto a su equipo y la orquesta (derecha), el sábado en la Aljafería.
Oliver Duch

La sede del Parlamento aragonés se convierte por segundo año consecutivo en un set de rodaje con la iniciativa ‘La Aljafería, un lugar de cine’, mediante la cual cuatro realizadores audiovisuales aragoneses tienen la oportunidad de emplear sus instalaciones para elaborar otros tantos cortometrajes que se proyectarán en el propio edificio.

Los seleccionados son Cristina Vilches, Yago de Mateo, Sergio Duce y Néstor Romero. Este último ha trabajado durante el pasado fin de semana. Su proyecto: desplegar actuaciones de música antigua por el palacio y grabarlas. Tanto el sábado, cuando se realizaron los ensayos, como el domingo, durante el verdadero rodaje, las estancias más famosas del edificio como el patio de Santa Isabel, el Salón Dorado, la Torre del Trovador, el Salón de Plenos y el Salón del Trono fueron el escenario de estos conciertos. Para aquellas personas que se acercaron a vistiar el palacio de la Aljafería, fue una sorpresa.

La idea de Romero –que también es músico– requería convencer a varios de sus compañeros del máster de composición musical para audiovisuales que acaba de terminar en Dublín para que desplegaran su arte en el palacio. El resultado: durante estos dos últimos días en la sede del Parlamento han sonado, entre otros, un cuarteto de cuerda en el patio o una pieza de música antigua con un sonido de gaita amplificado por los micrófonos del hemiciclo que normalmente usan los oradores para exponer sus ideas.

Aunque cada grabación tuvo sus particularidades y requirió de varios ensayos, el tiempo apremiaba y era necesario ser preciso y puntual. La iluminación o la composición fueron elementos muy medidos para que el rodaje no tuviera que alargarse más de lo previsto.

Un escenario "impresionante"

Entre los músicos, que tuvieron que alternar el inglés, el francés y el español para entenderse entre ellos, se encontraba la violonchelista Belén Gonzalo, que fue invitada a participar junto a sus compañeros músicos de cuerda de La Puebla de Alfindén. "Este escenario impresiona, te comunica más. Y las cámaras te dan inquietud, pero también orgullo. Está siendo una experiencia muy buena" cuenta.

Gonzalo conoce a Néstor Romero "desde que era pequeño. Me hace mucha ilusión que haya conseguido llegar a dirigir, le he visto crecer". A pesar de ello, parece que el camino de Romero se dirige más hacia la música que la dirección. "Yo siempre compuse de oído, aprendía con tutoriales a componer hasta que me inscribí en el máster", contaba.

Néstor Romero también se decía "encantado" de grabar en "un icono de Aragón" como la Aljafería, y añadió que aún podría dar más de sí si los tiempos de rodaje no fueran tan ajustados. "Espero que les guste, aunque si no les gusta, espero que la critiquen para así aprender", concluyó. "Lo que sí me gustaría es que los espectadores vean el edificio con otros ojos. Y si la música les transmite algo más por estar grabada aquí, fantástico".

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