Un videoclip oscense, en un festival de cine de Cannes
Con una pizarra y un ordenador, el oscense Carlos López empezó a hacer pequeños videos de animación en sus ratos libres. Pero lo que no podía imaginarse es que uno de ellos, el videoclip que le hizo a la canción 1960 del grupo aragonés Bladimir Ros, captaría la atención del jurado del Festival de Cortometrajes de Cannes. "Durante un tiempo no me lo creí. Como te lo comunican mediante un correo, no sabía si darle importancia. Luego ya se lo fui diciendo a la gente y me lo empecé a creer de verdad", afirma López. Las posibilidades de volver con el premio al mejor video musical son reales ya que, al ser seleccionado, este videoclip ya solo tiene que competir con otras 30 creaciones.
Con una estética de película antigua y unos elaborados trazos de tiza en una pizarra, este profesor fue creando paulatinamente un video animado. "Yo siempre quise dedicarme a la animación, pero nunca tuve los medios. Cuando era joven solo podía acceder al VHS y con eso no valía. Cuando llegó la era digital, ya tenía la vida hecha y no pude retomar mi afición de manera profesional", cuenta López.
Sin embargo, no renunció a su pasión y decidió tirar de imaginación. "Yo quería algo rápido y lo mejor que encontré fue una pizarra, sobre todo para hacer pequeños cortos. Pero he perfeccionado la técnica y he descubierto que se pueden hacer cosas muy buenas conjugándolo con la tecnología". En cuanto a la canción, 1960 cuenta la historia de Francesc Quico Sabaté, anarquista de los años 60 que, en su regreso del exilio en Francia y refugiado en una casa del Pirineo, es rodeado por la guardia civil y malherido.
"La canción es muy bonita de por sí, pero en directo es impresionante. Me hizo sentir tantas cosas que pensé que debía mostrarlas mediante la animación, tenía que plasmar lo que pasaba en mi cabeza mientras escuchaba la canción", relata López que, además, también toca en algunos ocasiones con la banda en el bar zaragozano El teatro de las ánimas.
Matemáticas animadas
Carlos López asegura que no puede vivir de la animación, pero sí puede emplearla en su empleo: profesor de matemáticas. Uno de sus videos disponible en sus redes sociales, donde se le puede encontrar por el seudónimo Klópes, lleva por título Las gafas 3D de Platón y muestra a unas formas geométricas realizando piruetas sobre de nuevo una pizarra. "Los críos se quedaron alucinados con ese video", asegura el oscense. La pizarra se ha convertido así en su más preciada herramienta de trabajo ya que, aunque quiere volver al ordenador, confiesa que este instrumento le ha "enganchado", además de otorgarle un billete para la ciudad de Cannes.
