Una ruta guiada para descubrir los secretos de la Zaragoza romana

El primer domingo de mes, el acceso a los museos de la Ruta de Caesaraugusta –Foro, Puerto Fluvial, Termas y Teatro romano–, así como el Pablo Gargallo es gratuita. Pero ayer, los visitantes del Foro y del Teatro pudieron disfrutar de una visita comentada completamente gratuita, de la mano de un experto que desgranó los entresijos de la ciudad romana. Una oportunidad para descubrir, por ejemplo, que el problema de las inundaciones ya irritaba a los ciudadanos dos mil años atrás (y demandaban, como ahora, soluciones), que pocas ciudades tienen el honor de ostentar el nombre de un emperador, «y eso se produjo porque la fundación de Caesaraugusta coincidió con el 50 cumpleaños del emperador Augusto», o que el agua de boca de los ‘caesaraugustanos’ venía del Gállego y se transportaba por una larga tubería hasta cruzar de orilla mediante un acueducto. «Al Ebro se tiraban las aguas sucias y ninguno quiere beber de un sitio así, ¿verdad?», preguntaba Sara, al guía. Y la respuesta fue un ‘no’.

Decenas de personas se apuntaron a la actividad, organizada por el Ayuntamiento de Zaragoza con el nombre de ‘Un domingo en el museo’ y que tiene el fin de animar a ciudadanos y visitantes a conocer la amplia oferta de las salas municipales. Para Nuria Olaya y Manolo Montoza, pareja de Ripollet (Barcelona) ha sido toda una sorpresa. «Estamos de viaje, estuvimos el sábado en Huesca y nos animamos a venir a Zaragoza, precisamente, para conocer sus ruinas romanas», señalaron. Ambos son doctores en filología clásica y quedaron asombrados de los secretos del subsuelo zaragozano. «Pues tenéis que ir al Museo de Zaragoza, que allí están los mosaicos y esculturas, una preciosidad», les recomendó otro visitante. Ypara los zaragozanos Nuria Rivas y Carlos Marugán, «es una gozada escuchar tantas historias relacionadas con la ciudad, a veces ni nosotros conocemos los museos tan interesantes que tenemos. Si podemos, nos apuntamos a la de septiembre también».

La visita al Foro duró más de una hora y el grupo pasó, más tarde, al Teatro romano, donde pudieron contemplar los restos rescatados, conocer cómo se desarrollaba la vida cultural de Caesaragusta hace 2.000 años y la transformación de la ciudad.