"Va a ser una noche irrepetible para la música folk aragonesa", anunció Joaquín Pardinilla, líder del Joaquín Pardinilla Sexteto y coordinador del Colectivo Chicotén, que presentó este sábado su propuesta ‘Ver para creer’ en Pirineos Sur, un homenaje al disco ‘Chicotén’ que se publicó hace 40 años y que marcó un hito en la recuperación del folk aragonés, con clara incidencia en la música española. Chicotén abrió un melón de sonidos y búsquedas al que se sumaron grupos como Milladoiro, Oskorri y All Tall, entre otros.

El Colectivo Chicotén está compuesto por el propio Pardinilla, Ernesto Cossío (guitarra), Alberto Artigas (laúd), José Luis Seguer ‘Fletes’ (batería), Toto Sobieski (bajo) y Juan Luis Royo (clarinete), y contó con dos grandes colaboradores: Miguel Ángel Fraile, de O’Carolan y El Manto de Noa, y la cantante Carmen París, Premio Nacional de Música.

‘Ver para creer’ es el título de este disco-libro (que clausura dos décadas de la colección LCD Prames, que ha dirigido Plácido Serrano) que homenajea a Chicotén –la banda de Pedro y Chema Peralta, Luis Fatás, Pedro Sabirón y Ernesto Ángel– y que propone un recorrido por la música de las 33 comarcas de Aragón. Una selección de este trabajo grabado en Luna Nueva, fue lo que se oyó en el pantano de Lanuza en la primera parte del concierto. Se empezó con ‘Pasapeanas’, ‘Beceite’ y ‘Santa Águeda’, Olga Orús cantó ‘Olivas’, sonaron en ‘Bolero de Caspe’, ‘Monegros’ o ‘El ciervo’.

Pardinilla o la propia Carmen París fueron presentando a los músicos invitados y así, tema a tema, subieron al escenario Jota Lanuza, Alfonso Urbén y José Prieto ‘Flip’ (de IxoRai!), Roberto Serrano y Elena Requejo (de La Orquesta del Fabirol), Olga Orús y Salvador Cored (de Olga y Los Ministriles), Rafael Sánchez (de Los Dulzaineros de Bajo Aragón) y Martín Domínguez (de la escuela La Caja de Música), etc. Seinterpretarán ya clásicos del folk de aquí:‘15 de agosto’, ‘O viento rondador’, ‘Maziello’ y ‘El canto a la libertad’ de Labordeta.

Antes del gran concierto, actuó Maut, el folk aragonés electrónico, que toma su nombre de la mitología de la tierra de Biescas. Se trata de una formación que mezcla el folk (con melodías extraídas del cancionero tradicional) con tendencias de la música electrónica: el house, el dubstep, el minimal techno o el drum’n’bass.