¿Pudo Francisco de Goya sufrir cataratas e influirle en su obra pictórica más tardía?

Dos médicos aragoneses aseguran que una visión borrosa y una alteración de la percepción cromática explicarían su modo de pintar de 1824 a 1828.

Los doctores Javier Ascaso y José María Pérez Trullén, autores del estudio.
¿Pudo Francisco de Goya sufrir cataratas e influirle en su obra pictórica más tardía?
Aránzazu Navarro

Todos los creadores dejan parte de sí en su obra. Leonardo da Vinci decía que los defectos de la pintura en realidad reflejan los del propio sujeto. En este caso, ¿pudo su vida y especialmente las enfermedades o patologías que sufrió Francisco de Goya y Lucientes influir en su obra pictórica? Dos médicos aragoneses defienden que la alteración de la visión sufrida por el pintor, posiblemente cataratas, podría explicar la técnica y los colores utilizados en la última etapa del artista, posterior a las pinturas negras.

El estudio, publicado por la prestigiosa revista ‘Acta Ophthalmologica’ escandinava, ha sido elaborado por el jefe del servicio de Neurología del hospital Royo Villanova de Zaragoza, José María Pérez Trullén; el responsable de Oftalmología del Clínico Lozano Blesa, Javier Ascaso, y la profesora de la Escuela Oficial de Idiomas María José Auría.

A partir de 1815, a la edad de 62 años, el pintor aragonés reconoció a través de cartas a familiares y amigos la pérdida de visión que estaba empezando a sufrir, pero no ofreció más detalles. Fue en 1825 cuando se volvió a comentar la existencia de un problema visual en Goya. En concreto, los autores se han centrado en el periodo posterior a las pinturas negras, entre 1824 y 1828, en los que pintó los retratos a Mariano de Goya, Jacques Galos o José Pío de Molina.

Los especialistas reconocen que, dada la longevidad del pintor, no es raro pensar que Goya sufriera cataratas, ya que es una patología comúnmente asociada al envejecimiento, pero lo que intentan demostrar es cómo se pudo plasmar esa patología en el desarrollo de estos tres cuadros.

La catarata consiste en una opacidad del cristalino, la lente natural del ojo. Una persona con cataratas, como es muy probable que sufriera Goya, no percibe la realidad como una persona que tiene el cristalino transparente. Así, esta patología produce tres efectos: visión borrosa, alteración de sensibilidad al contraste y alteración de la percepción cromática. "Estos tres condicionantes visuales se ven reflejados en las pinturas tardías señaladas. Explican un modo de pintar", constata José María Pérez Trullén.

Al valorarlas objetivamente, los especialistas aseguran que en las tres de las obras que han estudiado se aprecian cuestiones que pueden ser atribuibles a este fallo en la vista del pintor aragonés. Sobre todo, consideran que en los tres lienzos hay un predominio de los tonos ocres y rojizos debido al filtro cromático que supone la catarata.

Pero, además, en este mismo estudio estiman que el déficit visual pudo influir en las pinceladas "poco precisas y sueltas" que recogen algunas de estas obras, como el retrato del nieto del artista, Mariano Goya. "Por ejemplo, la oreja izquierda del muchacho está hecha con un simple brochazo e incluso una cerda del pincel quedó incluida en la camisa del joven", concluye el oftalmólogo del hospital Clínico de la capital aragonesa, Javier Ascaso.

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