Santiago Díaz (Madrid, 1971) fue deportista antes que guionista. Y guionista antes que novelista. Acaba de debutar con ‘Talión’ (Planeta), una narración que ha presentado en Ámbito Cultural, donde explora un tema candente: “¿Qué se puede hacer cuando la justicia toma decisiones inexplicables y suelta a delincuentes o presuntos asesinos que lo primero que hacen es burlarse de sus víctimas o de sus familiares?”. Acaba de suceder, dice el escritor, con el fallo de La Manada.

Ese dilema es el que vive la protagonista de su novela: Marta Aguilera, una mujer fría, periodista de sucesos, de 38 años. Una visita al médico le revela lo inesperado: tiene un tumor cerebral y le quedan dos meses de vida. “Quería que ese conflicto lo viviese una mujer sola, sin ataduras, que no deja hijos ni pareja, una buena profesional, que va a dar un giro a su vida y que se plantea convertirse en una justiciera, en una vengadora, en una asesina en serie de asesinos, violadores, maltratadores, pederastas o proxenetas, que de todo hay. Quizá cuente con la ayuda del azar”. En cierto modo, tiene la sensación de que por fin tiene una misión, un cometido.

La periodista, que puede ser borde en ocasiones, incluso muy borde, confiesa que pertenece a ese tipo de seres, un mínimo porcentaje, que no sienten empatía por sus semejantes. Así arranca su aventura, que tiene un contrapunto inmediato en la figura de la inspectora Daniela Gutiérrez. “Es una mujer muy seria y sólida, de poco más de 50 años, comprometida con la justicia y con la ley, aunque ella también un desgarro detrás, una sombra, vinculada al terrorismo”, dice Santiago Díaz. El autor usa un doble procedimiento: Marta Aguilera, que deja a su último novio, cuenta su historia en primera persona. Se enfrenta cara a cara con el lector. Y a la vez, el escritor crea una voz omnisciente, una tercera persona habitual, que cuenta todo lo que va sucediendo a los demás personajes.

“Un guionista se alimenta de la realidad. De lo que sucede. De lo que dicen los periódicos, los medios de comunicación, y de las pequeñas cosas de la vida. La indignación está al orden del día. Hay muchas cosas que no sabemos”. El guionista de multitud de series - “he escrito más de 500 guiones y hago uno de más de 8.000 palabras o 40 folios todas las semanas- y autor de los argumentos de ‘El secreto de Puente Viejo’, dice que “el territorio de la novela es el la libertad. Escribes en tu casa, a solas con tus personajes, todo anda en tu cabeza. Eres libre. Y uno puede preguntarse estas cosas. Los personajes se te rebelan”. Como decía Luis Buñuel, la imaginación no delinque.

Es consciente de que la novela puede mover al debate social, al diálogo, a la tertulia. “Sin duda. Pero no debemos olvidar que es una novela, un texto de ficción. Vivimos en un país democrático, pertenecemos a una sociedad libre, educada, y nadie, salvo un iluminado, se plantea algo así. Marta Aguilera solo rinde cuentas a su conciencia”, señala.

La novela, dividida en cuatro partes, se sigue como una serie. Con esos personajes secundarios tan potentes, con las historias que se van introduciendo. “En el fondo es una novela sobre la crisis, sobre los malos tiempos y los bajos fondos. He visto muchas cosas, he conocido a multitud de seres. Se habla mucho de la Cañada Real, una calle de la droga que mide 14 kilómetros y de sus personajes. Ahora parte de ese ambiente ha pasado a los narcopisos de la calle Embajadores.

Se abordan cuestiones como la inmigración y la prostitución como sucede en el caso d e la rumana Nicoletta, hay historias de ladrones de guante blanco, de mafiosos que pertenecen al mundo gitano y hay, entre otros personajes, gente como Pichichi, que es una mezcla de Poli Díaz y Raúl, un pequeño delincuente que iba para estrella de fútbol. O Dimas, que tiene síndrome de Down y que suscita esta frase de Marta: “Es la única persona que conozco que todo lo hace con una sinceridad apabullante, sin resquicio de maldad”.

Lector apasionado de grandes maestros de la novela negra o de la novela-enigma (como Agatha Christie), Santiago Díaz tiene claro que su novela también es un documento que permite entender mejor la sociedad española. “Muchas de las cosas que cuento las veo a diario. Y todo ello lo he metido en una narración con apenas descripciones, con ritmo y con personajes que son ricos en psicología y complejidad”.

El futbolista Isco acaba de subir una foto con el libro y con este adjetivo: “Fantástico”.

Santiago Díaz, que trabaja en Antena 3, dice que le ha puesto rostro a Marta Aguilera; Megan Montaner. "Veo a la actriz oscense idónea para este papel. Me encanta su fuerza. Hace cosas increíbles".