Libreros y editores despiden este domingo diez días de feria en Zaragoza con satisfacción general

Las firmas de los escritores, principal gancho de una cita en la que el tiempo ha sido un aliado. El segundo año en la nueva ubicación confirma el balance positivo: "Es un entorno favorable".

El sol acompañó a los visitantes matutinos de la Feria del Libro de Zaragoza.
El sol acompañó a los visitantes matutinos de la Feria del Libro de Zaragoza.
Oliver Duch

Que este sábado, a media tarde, con una fuerte tormenta y el Real Zaragoza jugándose el ascenso en la Romareda, hubiera ambiente en la Feria del Libro, da idea de lo que ha sido esta edición de 2018, capaz de sobreponerse a imponderables. Este sábado, a un día de la clausura, libreros y editores se mostraban razonablemente satisfechos. Primero, con la ubicación. Este es el segundo año que se celebra en la plaza del Pilar, tras años en la de Aragón e Independencia y la mayoría de los implicados considera que ha sido una buena idea. "Aquí hemos conseguido un ambiente de feria, más tranquilo y concentrado", opinaba César Muñío, de la librería París y presidente de la organizadora Comisión Permanente del Libro (Copeli). También era de este parecer Paco Goyanes, de Cálamo, para quien la plaza del Pilar supone un "entorno favorable, libre de distorsiones, ideal para la gente que viene de propio". Por cambiar algo, Goyanes preferiría otra disposición de la casetas, unas enfrente de otras, con un único pasillo central.

Dos fines de semana

El tiempo, salvo excepciones como la de este sábado, también ha sido un aliado. Este año, ha habido alguna tormenta, pero nada que ver con el año pasado, cuando llovió casi todos los días de la feria, que duró solo cuatro días. Por este motivo, en 2018 se ha querido abarcar dos fines de semana, aunque entre uno y otro, las casetas únicamente han estado abiertas por la tarde.

Javier Lahoz, de la librería Central, apuntó, por su parte, la plaza de los Sitios como lugar ideal, pero ve con buenos ojos el actual emplazamiento: "Se genera clima de feria, esto es como una pequeña ciudad". Aunque a su juicio, "ha habido días flojos, sobre todo entre semana".

También esta edición, como novedad, ha habido la posibilidad de participar solo el fin de semana, ideal para libreros pequeños. A esta fórmula se han acogido, por ejemplo, en El Armadillo Ilustrado. Uno de sus dueños, Víctor Romano, se mostraba satisfecho. Entiende que hace falta algo más de promoción... pero también de interés por parte de los zaragozanos: "A veces creemos que la culpa de que no venga más gente a la feria es solo nuestra, pero también hace falta algo más de compromiso por parte del público". Víctor estos días ha vendido mucho libro infantil, como los del ‘Superpatata’, cuyo autor acudió a firmar, o biografías ilustradas de Frida Kahlo o David Bowie.

El gran motor

En este sentido, para todos los implicados el gancho fundamental son las firmas de los escritores. El encuentro entre los autores y los lectores es el gran motor de este tipo de propuestas. "Habrá que pensar para otros años en traer más firmas potentes a nivel nacional", propuso Goyanes, para quien en una feria es mejor "menos presentaciones y más firmas". La clave, a su juicio, es "ver lo que se hace bien en otras ferias que funcionan, como la de Madrid, y copiarlo", salvando las distancias. En su caseta, Ignacio Martínez de Pisón con ‘Filek’ y Manuel Vilas y su ‘Ordesa’ han sido de los más vendidos. Pero también han recomendado mucho a Eduardo Halfon, María Gainza o Pedro Mairal.

María Frisa es otra de las fijas de la Feria del Libro de Zaragoza. Hasta tres veces se ha acercado la escritora al encuentro de sus lectores. Esta vez, también con su primera incursión en el ‘thriller’. Para ella, la cita literaria zaragozana está en la línea de otras que ha visitado, que no son masivas, "pero aquí también tenemos San Jorge".

Ana Calvo, desde Apila Editorial, se enfrenta este domingo al último día con buen sabor de boca: "Nos encanta este emplazamiento peatonal". En cuanto al balance de ventas, también se mostró satisfecha: "Hemos vendido mucho los libros de Edu Flores, cofundador de la editorial, y Olga de Dios", que es ya un clásico de esta editorial de libro ilustrado.

Este domingo termina la feria, pero aún le queda mucho que ofrecer en la recta final. En sus casetas habrá un gran plantel de escritores. Por la mañana, por ejemplo, estarán David Girao (Librería Wodan), Clara Fuertes (Asociación Aragonesa de Escritores), Irene Vallejo y Ana Alcolea (editorial Contraseña), Juan Domínguez Lasierra, Míchel Suñen e Ignacio Ochoa (Delsan), Daniel Viñuales (GP Ediciones y MilComics), Fernando Lalana y María Frisa (Librería París), David Lozano (Cálamo y Librería Siglo XXI), Rogelio Alonso (Cálamo) o Ana Sánchez Borroy, Eduardo Bayona Dutú y Óscar Fernández Civiet, en La Pantera Rossa.

En el turno de tarde, entre otros, esperan este domingo a los lectores zaragozanos Óscar Sipán (Libro Errante), Javier Ortiz y Roberto Malo (Asociación Aragonesa de Autores de Cómics), Trinidad Ruiz Marcellán y Lourdes Fajó (Olifante), Vicky de Sus y Sandra Araguás (Editorial Sin Cabeza), Mariano de Meer y Celedonio García (Editorial Pirineo), Clara Járboles (Fnac), Lluvia Bustos (Albareda) o Marta Quintín (Librería París). Todos los horarios de las firmas pueden consultarse en www.feriadellibrodezaragoza.com.

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