80 años de 'Homenaje a Cataluña', el desgarrador relato bélico de Orwell

La obra sobre la experiencia del autor británico en la Guerra Civil española está considerada como una de las mejores del siglo XX por la tremenda honestidad, coraje y elocuencia con los que narra diferentes hechos claves para entender el desarrollo de la contienda.

El hijo de Orwell, Richard Blair, visitó en 2015 las trincheras de Alcubierre en las que combatió su padre durante la Guerra Civil española.
El hijo de Orwell, Richard Blair, visitó en 2015 las trincheras de Alcubierre en las que combatió su padre durante la Guerra Civil española.
Patricia Puértolas/ Heraldo

Existe una extensísima bibliografía sobre la Guerra Civil española (1936-1939), un conflicto con múltiples aristas en el que intervinieron factores a la postre determinantes para su devenir, como la organización de un golpe de estado, las divisiones presentes en ambos bandos, la influencia de algunas potencias internacionales o la preparación militar de los combatientes.

Todas las obras publicadas al respecto tienden a tratar estos temas, pero hay una que ha logrado destacar considerablemente por encima del resto hasta hoy, 25 de abril, día en el que se cumplen 80 años desde que se publicase por primera vez en Reino Unido: ‘Homenaje a Cataluña’, de George Orwell (cuyo verdadero nombre era Eric Arthur Blair). El desgarrador relato bélico del autor británico, admirado por escritores de toda época y condición, es enormemente clarificador para entender la fragmentación existente entre los republicanos, sobre todo en la ciudad de Barcelona, pero extrapolable a otras zonas del país.

Una experiencia en primera persona

Al estallar el conflicto y debido a sus convicciones marcadamente antifascistas, Orwell decidió viajar a España en defensa de la legalidad republicana. Llegó a Barcelona en diciembre de 1936 y se afilió al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista). A comienzos de 1937, combatió en el frente de la sierra de Alcubierre, donde recibió un disparo en el cuello, por el que resultó gravemente herido y del que se recuperó en el hospital de guerra del Pueyo de Barbastro.

El autor estuvo presente también en capital catalana durante los conocidos como ‘Sucesos de Barcelona’, que causaron cientos de muertos en los enfrentamientos entre grupos anarquistas y trotskistas (principalmente la CNT y el POUM, partidarios de hacer la revolución al tiempo que tenía lugar la guerra), por un lado, y fuerzas pertenecientes al Gobierno de la República, el Ejecutivo catalán y otros grupos políticos (sobre todo el PCE y el PSUC, los cuales seguían mayoritariamente la doctrina oficial de la URSS), por otro. Unas hostilidades que numerosos expertos consideran que tuvieron una enorme influencia en la derrota republicana.

La magnífica descripción de una ciudad dominada por la ausencia de estructuras de clase en áreas controladas por revolucionarios está muy presente en el libro, así como el desencanto que Orwell ya sentía hacía el régimen soviético, que se acrecenta en esta etapa. Allí desarrolló una visión aún más crítica de Stalin tras comprender que la Segunda República no iba a contar con un apoyo claro y contundente de su parte y que iba a ser abandonada a su suerte por la comunidad internacional, a diferencia de lo que ocurría con el bando fascista dada la evidente colaboración de países como Alemania o Italia. El escritor emplea una retórica brillante a la hora de analizar el contexto de la época combinando sus propias vivencias con sus valores e ideología política.

Una huida precipitada

La agitación que se vivía en Barcelona durante esos días hizo que Orwell temiese por su vida y la de su mujer Eileen. Ese hecho, unido al desasosiego que sentía y al delicado estado de salud en el que se encontraba por la herida de bala que sufría, provocó que abandonase España y regresase a su país, Inglaterra. Una precipitada marcha en la que tuvo que abandonar buena parte de los documentos y fotografías que había acumulado en su experiencia, lo que causó que tuviese que escribir su obra desde el recuerdo.

Aunque el escritor deja claro en el libro su absoluto rechazo a cualquier tipo de totalitarismo, debido al contexto político del momento se centra en el estalinismo, que considera profundamente autoritario y traidor a los principios que lo sustentaban. En todo caso, su participación en el conflicto marcó para siempre su visión del mundo y sus posteriores trabajos reflejaron de alguna forma esas vivencias. Tal es el caso de su obra maestra, ‘1984’, el auténtico emblema contra los estados totalitarios y represores que introduce la figura del omnipresente y vigilante 'Gran Hermano' y del que numerosos analistas han detectado considerables paralelismos con las sociedades actuales.

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