Fernando Bartolomé: "Las dificultades siempre agudizaron el ingenio de los homínidos"

Fernando Bartolomé Usieto (Zaragoza, 1968) es doctor en Físicas, científico del CSIC en el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA).

Todo acaba. También la vida de los genios.

Acaba de morir Stephen Hawking. Deja un gran legado. Después de Einstein, es el científico más conocido, el más icónico. Igual por su contribución científica que por su peripecia vital, al sobreponerse a la adversidad de su enfermedad. Y, por supuesto, por su esfuerzo por llegar al gran público.

Admirar es identificarse. Nos identificamos tanto con él…

Por supuesto. Le dieron dos años de vida en 1966… Su silla de ruedas, su ordenador, su voz mecánica que no quiso cambiar.

Un genio, pese a no ganar el Premio Nobel.

Eso es porque el Comité Nobel tiene como regla no escrita no premiar ninguna predicción sin confirmación experimental.

Nadie como Hawking nos ayudó a conocer el universo.

La historia del universo surge de un punto de energía extremadamente denso. Por un mecanismo que no sabemos describir todavía, nacieron el espacio y el tiempo. Ese estado superdenso se enfría conforme se expande. Ocurrió hace alrededor de 13.700 millones de años. Hace 4.000 millones de años nació el Sol.

¿Y nuestra Tierra?

Todo el Sistema Solar tiene la misma edad que el Sol. Todo esto hay que inscribirlo en el universo.

¿Qué insinúa con este apunte?

Que somos irrelevantes…

Algo parecido dijo Hawking: "Solo somos una raza de primates en un planeta menor de una estrella ordinaria, pero podemos entender el universo".

No creo que tal afirmación pueda cuestionarse. Desde luego, me cuesta pensar que la Tierra sea un planeta especial. El universo es tan extraordinariamente grande que las probabilidades de que estemos solos son escasísimas.

Esta misma semana ha aparecido un estudio sobre la decisiva influencia del cambio climático en la conquista del mundo por el ‘Homo sapiens’ hace 300.000 años.

El Neanderthal también estaba en ese objetivo. Las dificultades siempre agudizaron el ingenio de los homínidos.

Ahora, el cambio climático puede colapsar la Tierra… Habrá que colonizar Marte…

Apasionante analogía la que argumenta… Desde luego, Hawking estaba convencido de que colonizaríamos otros planetas.

¿Llegaremos primero a Marte o antes la estupidez humana destruirá su propia civilización y nuestro precioso planeta azul?

Si hay voluntad política, el aterrizaje en Marte quizá solo sea cuestión de décadas. Espero que podamos contarlo, aunque no son los actuales buenos tiempos para confiar en la sensatez.

Tampoco nos ha ido tan mal…

¿Usted cree...?

Me parece extraordinario el itinerario de algo parecido a un mono hace cientos de miles de años a alguien que ahora mismo esté leyendo un periódico.

Por supuesto. Si hubiese viajes en el tiempo, Hawking siempre mostró su preferencia por Galileo.

¿Por qué?

Porque fue el primero que se atrevió a contraponer el resultado de sus experimentos (la observación) a la sabiduría heredada. La inteligencia la hemos desarrollado los animales de este planeta como un camino evolutivo más. Nuestra capacidad de aprender sobre lo aprendido nos ha permitido una evolución exponencial hasta lo que ahora somos.

Solo así se entienden maravillas del ser humano como la Novena de Beethoven, la locura de Alonso Quijano, el David de Miguel Ángel, las manos de Paco de Lucía tomando el mástil de la guitarra…

Y amar. El universo sería muy aburrido si no hubiera un lugar en el que habitan personas con capacidad para amar.

No nos cargaremos este nido de amor, ¿verdad?

Antes le he dicho que la Tierra es irrelevante en el universo global. Su relevancia es que es nuestra casa. Y la tenemos que cuidar. De momento, no tenemos otra… El lugar en que Hawking nos ayudó a entender el universo.

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