Ellas agitan la vida y los violines del aire

Ocho libros libres: Fallarás, Woolf, Köhler, Otxoa, De Recondo, Slimani, Mellado y Quintín.

Una ilustración de Helena García Pérez para el 'Orlando' de Virginia Woolf, que tradujo Borges.
Una ilustración de Helena García Pérez para el 'Orlando' de Virginia Woolf, que tradujo Borges.
Lumen/H.P.G.

Cristina Fallarás

Honrarás a tu padre y a tu madre. Anagrama, 2018. 218 páginas.

Cristina Fallarás (Zaragoza, 1968) es una mujer extremada. Radical. Apasionada. Puro corazón, capaz de volverse cólera, grito, rabia o incendio de ternura. Desde hacía mucho tiempo le rondaba una sombra: una historia familiar que andaba por ahí con sus puñales y su oscuridad, con la inclemencia de sus dardos. Fallarás, ansiosa, decidió explorar, preguntar, repasar las fotos del álbum familiar y le ha salido un libro doloroso: este ‘Honrarás a tu madre y a tu madre’, que es una catarsis, una tragedia griega, el símbolo de las varias Españas que somos. Es un libro híbrido, que puede leerse como una narración fragmentada, pespunteada de desapariciones, de barbarie y equívocos y de revelaciones, con Zaragoza de escenario. Puede leerse como un diario, como la crónica de una búsqueda y como el compendio de la vida secreta de su propia familia. Uno de sus abuelos fue fusilado y el otro fue testigo.

Ambos tenían poderosas y bellas historias detrás, que Cristina Fallarás registra, a la vez que registra otras: la suya propia, la de sus padres, la de su hermana, afanosa también por saber. Sale a buscar a sus muertos y los halla.

Andrea Köhler

El tiempo regalado. Un ensayo sobre la espera. Traducción de Cristina García Ohlrich. Libros del Asteroide. Barcelona, 2018. 160 páginas.

Si este libro de la alemana Andrea Köhler le hubiese pasado inadvertido, no lo deje pasar. Lleva un subtitulo explícito: ‘Un ensayo sobre la espera’. Es un deslumbrante y sereno manual sobre la espera, la esperanza, los hechos que nos agobian y nos perturban, la insatisfacción. Esperar es inevitable. ¿Qué se hace durante la espera? ¿Cómo se contienen la ansiedad, el dolor, la decepción, cómo se apacigua el corazón? La autora analiza algo tan frecuente, algo que hacemos a todas horas todo el tiempo, a la luz de la literatura y la filosofía, la música y el arte, con muchos ejemplos, con aforismos, con declaraciones, con ráfagas de intuiciones brillantes, y cita a Bergson, Benjamin, Kafka, Roland Barhes... El libro arranca con una certeza: "Esperar es una lata". Y recuerda que esperamos para y por todo: la primavera, la lotería, la comida en un restaurante, etc.

Andrea Köhler, con tanta sutileza e ingenio como pulcritud, propone dos textos: uno, íntimo, casi un diario de la espera (que va en cursiva) y el otro que es la reflexión. Dice: "Espero. Durante algún tiempo permanecí tumbada, esperando. ¿A qué?". Más adelante, dice: "Hacer esperar. Una vez más llego tarde. Aquí se aúnan espera y esperanza –del otro–. Él me espera a tal hora en tal sitio. Si me retraso, supone que llamaré". Y en la parte más reflexiva, aborda el correo postal y anota: "Esperar una carta es la expresión de un anhelo imposible de satisfacer". El libro contiene muchos apuntes sobre la historia de la cultura europea. Intuye una especie de condena o fatalidad: "Ni siquiera el teléfono móvil nos ha librado de la impotencia de la espera". Pero también acierta cuando escribe: "Nuestra añoranza nos deja siempre atrás".

Isabel Mellado

Vibrato. Alfaguara. Madrid, 2018. 311 páginas.

Isabel Mellado es violinista y escritora hispanochilena. No pasó inadvertido su libro de cuentos ‘El perro que comía silencio’ (Páginas de Espuma, 2011), donde exhibía una mirada extraña, poética y arriesgada, que no esquivaba el impacto de la música. Publica la novela ‘Vibrato’, dividida en tres tiempos, en tres edades de la vida y de la creación en marcha. Con un estilo poderoso, de gran fuerza expresiva, insólito a menudo, poblado de voces interiores, de ecos sonoros, cuenta la historia de Clara (¿o era Marta? ¿No dice aquello de "casi me llamo Marta"?), cuyo padre desaparece. Ella crece, abrazada al violín, y acabará huyendo a Berlín. El libro contiene fotos, pentagramas, ecos: es la historia de una mujer y sus padres, el relato de una sensibilidad, un viaje hacia la inspiración y una especie de asalto a las claves de la música. Es un libro impresionista e infrecuente, de capítulos cortos, microcortos incluso, de apuntes, digresiones, baladas, amores, giras, donde casi todo es envolvente, extraño, hechizado. Y donde hay humor y diálogos sorprendentes.

Isabel Mellado le pide dos cosas al lector: complicidad y entrega. O quizá, dejarse ir hacia el placer. La melodía verbal atrapa. El libro, si se quiere, puede abrirse por cualquier lugar. ‘Vibrato’ es una sinfonía sensual y un poema rítmico del lenguaje. Detrás, hay una mujer y teme al desarraigo.

Julia Otxoa

Confesiones de una mosca. Menoscuarto. Palencia, 2018. 100 páginas.

El libro de relatos y microrrelatos de Julia Otxoa, poeta y narradora nacida en San Sebastián en 1953, lleva un prólogo de Luis Mateo Díez. Dice que en sus relatos se adivinan "un rasgo kafkiano, una herencia esperpéntica y, algo más allá, en su fértil imaginación, destellos surrealistas y un humor satírico que puede llevarnos a la literatura del absurdo".

Pero también a la simbólica y a la documental, por vía indirecta. Otxoa escruta las contradicciones del mundo y sabe bien que en el reino del cuentista mandan la realidad y la intuición. En ‘Como todas las noches’ cuenta: "El domador metió su cabeza en las fauces del león y oyó, como todas las noches, que este le decía: “No te vayas, no me dejes otra vez".

En ‘Palabras contra un muro’ relata: "El conferenciante habla de cara a la pared para que sus palabras reboten con fuerza sobre el muro y lleguen hasta nosotros como piedras lanzadas contra nuestras cabezas, para disipar en ellas la tentación del sueño".

He aquí un libro desapacible, alegórico, heredero de Kafka, Melville, Alfred Jarry o del mismísimo Ionesco, variado, de incontables registros, que profundiza en el género de la microficción por todo lo alto. Con ironía salvaje y con la ferocidad indecible de la poesía y el extrañamiento.

Marta Quintín

El color de la luz. Literatura Random House: Suma de Letras. Barcelona, 2018. 427 páginas.

Marta Quintín (Zaragoza, 1989), es periodista y escritora que ha trabajado para la Agencia EFE en Nueva York. Por entonces, hacia 2012, cubrió una subasta de ‘El grito’ de Munch, y de esa experiencia nació esta novela. Marta retrata a una voluble y ya madura empresaria de éxito que tiene el anhelo de crear una gran colección. Para ello necesita dinero.

Un día adquiere una cuadro el artista Martín Pendragón, personaje de ecos artúricos. Una joven, quizá la ‘alter ego’ de Marta Quintín, contempla la escena y piensa que en esa compra, en esa pasión por la obra del artista, hay un secreto. Y se pone a investigar. La indagación le llevará a un lugar inesperado: a una historia de amor, o de amor y desamor intermitente, a retratar el mundo del arte y a explorar episodios y atmósferas de la historia de Europa desde los años 20, la Guerra Civil, la II Guerra Mundial. La autora, quería crear un personaje poderoso, intenso en Blanca Luz Miranda, y lo crea. El arte, aquí, funciona como una redención. Desfilan muchos artistas, desde su amado Marc Chagall a Klimt.

Leonor De Recondo

Amores. Traducción de Palmira Freixas. Minúscula. Barcelona, 2018. 201 páginas.

Leonor de Recondo es una escritora francesa, nacida en 1976, y violinista como Isabel Mellado. Ha estado en Zaragoza con algunos de sus libros. Publica ‘Amores’, una novela que empieza en 1908 y lo hace por la fuerza bruta: el notario Anselme de Boisvaillant fuerza casi todas las tardes a su joven criada Céleste. Lleva cinco años casado con Victoire, pianista, pero no siente demasiada atracción por ella, quizá porque no le da el hijo que sueña. Un día, Céleste se queda preñada. Y nacerá Adrien.

"Todo el universo de Victoire da un vuelco. Mientras se desploma la butaca en la que estaba esperando, presa de la inquietud, su mundo interior se agrieta. A Victoire le parece absurdo sentirse tan trastornada por esa noticia", dice.

La más impresionante es lo que viene: un relato impredecible, lleno de romanticismo, tensión y rebeldía. Las mujeres, humilladas y ofendidas, deben tomar medidas. ¿Lo hará Céleste, lo hará Victoire? El libro plantea otro asunto nada fácil en la época, y Leonor de Recondo, sin efectismos, con rigor y equilibrio, redacta la novela a su antojo, osada, sutil, y se plantea como algunos de sus personajes pueden huir de la fatalidad. Leonor de Recondo ajusta escenarios, propone mudanzas, merodea por los burdeles y documenta, sin ira, con contumaz suavidad, las contradicciones de aquella sociedad.

Leila Slimani

Sexo y mentiras. La vida sexual en Marruecos. Cabaret Voltaire. Barcelona, 2018. 217 páginas.

Leila Slimani (Rabal, 1981) se dio a conocer en España por su novela ‘Canción dulce’ (Cabaret Voltaire, 2016), que ganó el Premio Goncourt. Ahora publica un volumen distinto y comprometido, ‘Sexo y mentiras. La vida sexual en Marruecos’, que podría definirse como un informe y un reportaje sobre la miserable sexualidad en el país vecino. Al hombre le está permitido todo, acostarse con quien puede, frecuentar prostíbulos, pero para la mujer solo hay una salida: casarse, y para ello son necesarias dos premisas, la virginidad (un gran tabú) y la juventud. Leila Slimani habló con muchas mujeres que le cuentan el modo en que viven el erotismo. No todas se resignan.

Se aborda la homosexualidad y la existencia de alguna sociedad secreta. La violencia y la violación están a la orden del día. Una mujer confiesa: "Con mis amigas, hablamos de sexo. Rompemos ese silencio en el que nos mantenían nuestros padres". Y desliza algo que se repite en todo conjunto: "No hay romanticismo, intercambio de caricias, delicadeza. Muchas mujeres se sienten violadas por sus maridos cuando hacen el amor". Yamila, tras contarle un montón de ejemplos de comportamiento poco noble del varón y recordar la "desafortunada fama legendaria de la prostitución marroquí", dice que "llevan una vida de desgraciadas". El adjetivo quizá defina muy bien a una buena parte de la población femenina que habita el libro.

Virginia Woolf

Orlando. Ilustraciones de Helena Pérez. Traducción de Jorge Luis Borges. Lumen. Barcelona, 2018. 260 páginas.

He aquí una novela especial y espectral, la historia de un personaje que se metamorfosea, que es hombre y mujer, que viaja en el tiempo, que recorre países y épocas, y que encarna el espíritu de la ambigüedad. Virginia Woolf se inspiró en su amada Vita Sackvi-lle-West para escribir una fábula sobre la homosexualidad, la condición femenina, la vida y la muerte, y el simbolismo de una época. En una carta de 1927 a la propia Vita le decía: "Escribí sin parar hasta las doce (…) Pero escucha: imagina que Orlando resultase ser Vita, y que todo girase en torno a ti y a la lujuria de tu carne y el atractivo de tu imaginación". Esta novela, traducida por Borges, lleva bellas ilustraciones de Helena García Pérez.

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