Salir y volver a casa con tu propia obra de arte

La iniciativa nacional ‘Salir con Arte’ propone reproducir un cuadro famoso a personas sin experiencia y con ganas de aprender cosas nuevas.

Participantes en la iniciativa 'Salir con arte', en el local zaragozano La Bóveda del Alberge.
Participantes en la iniciativa 'Salir con arte', en el local zaragozano La Bóveda del Alberge.
Luna Gay

Un martes cualquiera, última hora de la tarde. Un grupo de unas 30 personas se congrega en el local zaragozano La Bóveda del Alberge que en esta ocasión luce distinto. Varias mesas y sillas sobre las que reposan varios lienzos en blanco protagonizan la velada. ¿El motivo? Se trata de una nueva sesión de la actividad de ocio alternativo ‘Salir con Arte’, la cual propone reproducir un cuadro famoso a personas sin experiencia y con ganas de aprender cosas nuevas.

En esta ocasión se ha vuelto a llenar el grupo. La actividad, que se desarrolla unas cuatro veces al mes en la capital aragonesa, suele colgar el cartel de completo a menudo. Sin ir más lejos, de las tres sesiones que tendrán lugar en enero las dos primeras ya no disponen de plazas. En febrero ocurre lo mismo.

La localización –La Taberna Urbana en la Madalena, La Bóveda en el Casco Histórico o la Tarberna del Volapié, en Aragonia-, puede resultar un factor importante. Sin embargo, lo realmente decisivo es el cuadro. Entre las opciones de este mes, ‘La Noche Estrellada’ de Van Gogh o ‘El beso’, de Gustav Klimt. En esta ocasión la obra seleccionada es ‘La chica del paraguas’.

En la sala, del total de asistentes tan solo cuatro repiten experiencia. Una de ellas es Raquel Pardo, zaragozana que acudió la primera vez con un grupo de amigas y que tras su primera vez ante un lienzo ha decido traer a otras seis. “Pensé que el cuadro acabaría en el trastero y la verdad es que lo tengo colgado en el salón y me hace bastante ilusión cada vez que lo veo”, relata. “Es muy original poder tomar una cerveza con tus amigas mientras haces algo diferente”, añade.

Algo parecido a lo que le ocurrió a Raúl Lorenzo, joven traumatólogo zaragozano que acudía a la sesión con siete compañeros del trabajo y uno de los pocos hombres de la sala. “La idea fue de ellas y aunque al principio no me hacía mucha gracia decidí apuntarme. Fue en la Taberna Urbana y pintamos una Torre Eiffel”; explica.

Una de las nuevas incorporaciones es Maite Fernández, que conoció la actividad a través de las redes sociales y decidió apuntarse “por probar” y, de paso, conocer gente nueva. “Me lo tomo con tranquilidad y como vaya saliendo”, afirma mientras no quita ojo a la profesora quien continúa con las explicaciones sobre la mezcla de los colores.

“Lo peor que puede pasar es que lleguéis a casa y lo tengáis que ver”, bromea Carmen Escario, profesora de esta sesión junto a su compañera Luna Gay, y titulada en Bellas Artes. “Mi mayor enemigo es el tiempo”, asevera. Y es que en tan solo dos horas los asistentes deben de volverse a casa con su lienzo terminado, a pesar de no haber tocado un pincel en su vida. “Elegimos cuadros más o menos asequibles y voy dando trucos y pasos resultones que compensan los errores que pueda llegar a cometer el alumno”, añade.

En su opinión, esta iniciativa apuesta por “una forma de ocio diferente y divertida. Y encima te llevas tu propio cuadro a casa”, aunque, destaca, “lo importante no es el cuadro sino el proceso y el tiempo invertido”, resume Escario.

Una alternativa de ocio

Por su parte, como explica José Juste, director del Albergue Municipal y del local que ofrece la actividad, participan con la iniciativa ‘Salir con Arte’ desde que llegó a la capital aragonesa hace ya dos años y medio. “No queremos ser un albergue al uso, sino que queremos aportar la diferencia y qué mejor forma que con actividades culturales que contribuyan a compartir. No solo compartimos habitaciones”, bromea.

En La Bóveda del Albergue se celebran un par de sesiones al mes y casi siempre se llenan, sobre todo en invierno: “En verano la gente prefiere hacer cosas al aire libre”. En cuanto al público, asegura que “el 90% se trata de mujeres de entre 20 y 30 años que suelen ir en grupo”. El precio de la actividad es de 30 euros por una sesión de dos horas en la que vienen incluidos los materiales y la clase de pintura. “Terminar con más o menos éxito dependerá de la destreza de cada participante”, concluye.

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