Javier Sierra: "El mito del Grial se acuñó durante la formación del reino de Aragón"

Orgulloso del recibimiento en Teruel, su tierra natal, el escritor visitó ayer Zaragoza para promocionar la novela ‘El fuego invisible’, con la que ha ganado el Planeta.

El escritor Javier Sierra participará en la Feria del Libro de Teruel.
Javier Sierra: "El mito del Grial se acuñó durante la formación del reino de Aragón"
Guillermo Mestre

Los caminos del premio Planeta y de Javier Sierra estaban condenados a cruzarse...

(Risas) En cierto modo ha sido una profecía autocumplida. En los últimos 10 años mi nombre ha sonado varias veces como ganador del premio... Incluso recuerdo una información de HERALDO del 16 de octubre de 2008 en la que se apuntaba que era el principal candidato a ganarlo... y no me había presentado. Pero todos estos rumores y quinielas acabaron por convencerme de que tenía que hacerlo.

Con una ficción sobre el Grial que, contrariamente a lo que muchos piensan, no había aparecido en sus novelas.

No, hasta ahora era el gran ausente en mi literatura. Mi novela ‘La cena secreta’ giraba en torno a la pintura mural de la Santa Cena en Santa Maria delle Grazie, de Milán, pero en ella Leonardo no pintó el Grial. Para esta novela me he recorrido los lugares en los que hay o ha habido un cáliz de la Última Cena, desde Glastonbury a Valencia.

Y el auténtico es...

Ninguno es verdadero. No se puede demostrar que alguno de ellos estuviera en la Última Cena. De hecho, nadie se interesó por el Grial hasta el siglo XII. Yo creo, y esta es una opinión personal, que la leyenda del Grial se acuñó durante la formación del Reino de Aragón. Se inventó para dar coraje a los Reyes de lo que entonces era el fin del mundo cristiano en su lucha frente a los musulmanes. Pero la novela no es sobre el Grial; en realidad, tiene que ver más con el origen de las ideas humanas.

¿Cuál fue el primer ‘fogonazo’ de la novela?

Lo tuve durante una visita al Museo Nacional de Arte de Cataluña, contemplando las pinturas de los ábsides de San Clemente de Tahull. Allí se representó a una dama con un cuenco que parece ser el Grial. Lo fantástico es que esa representación es 60 años más antigua que el ‘Perceval’ de Chrétien de Troyes, que es el primer texto en el que se lo cita. Me di cuenta de que allí había una historia.

Una historia... aragonesa.

Sí, es la más aragonesa de mis novelas, porque en realidad transcurre entre San Pedro el Viejo y Santa Cruz de la Serós. Es que yo soy muy aragonés. Aprendí a ver el mundo en Teruel y desde los ojos de un niño que no tenía nada. Allí aprendí a leer y a escribir, escuché las primeras leyendas... Eso creó en mi una red neuronal particular y me llevó a escribir.

El ‘thriller’, hoy, parece ser uno de los mejores caminos para indagar en la sociedad.

Claro. Y es así porque vivimos en una sociedad adicta a la adrenalina. Todo tiene que pasar rápidamente y, por eso, el ‘thriller’ es una herramienta de seducción que puede invitar a lector a hacerse algunas preguntas. Yo no quiero que mis lectores únicamente se distraigan con mis libros. Busco, también, que piensen, que aprendan, que sientan ganas de ir a visitar Santa Cruz de la Serós. En mis libros los escenarios son un personaje más, más vivo, si acaso, porque pueden llegar a conocerse. Uno puede coger el coche, plantarse allí y ver con sus propios ojos parte de lo que cuento en mis novelas. Los escenarios reales te permiten un viaje mucho más profundo que el que te ofrece Google Maps.

El cine le está siendo esquivo, ¿hasta cuándo?

Hasta que el proyecto esté a la altura de mis novelas. En cualquier caso, ahora que he dirigido una serie de documentales he podido comprobar lo difícil que es cualquier proyecto audiovisual.Y, cuando adaptas una novela, el cine siempre impone una imagen determinada y acaba hurtando al lector parte de la que él se ha construido.

Cuente algún detalle más de esa serie, ‘Otros mundos’, que se estrena hoy en el canal 0 de Movistar +.

Es una serie que vuelve a otra vez a Teruel. Quiere mostrar cómo es mi mirada, cómo veo el mundo, y la mejor manera que he encontrado de hacerlo es regresar a mi infancia, a los temas que me sorprendieron e interesaron cuando era niño. Curiosamente, he descubierto que algunas de las cosas que me fascinaron de niño han acabado por encontrar explicación gracias a la ciencia.

¿Como los ovnis? Hace tiempo que no se conocen avistamientos.

No, no, los ovnis siguen sin tener explicación. Hace tan solo unos días supimos que el Pentágono, en los últimos años, ha desarrollado un programa para estudiarlos.Es verdad que el fenómeno parece haber decrecido en los últimos tiempos, pero también ha habido avistamientos recientes. Mi fascinación por los temas misteriosos viene precisamente de los ovnis. Y quizá de mi infancia en Teruel. Allí están los cielos más oscuros de España y permiten ver muchas cosas.

Es curioso comprobar cómo la ciencia aún se encuentra barreras imbatibles. En los últimos tiempos hemos asistido a intentos, a veces millonarios, de demostrar cosas imposibles, como que la Tierra es plana.

Lo que ocurre es que hay una reacción mundial contra el pensamiento dogmático de todo tipo, e ir contra determinados dogmas da lugar a extravagancias. Pero una cosa es el dogma y otra la tontería.

Aún hay gente que cree que el hombre no ha estado en la Luna.

(risas) Pues no puede haber duda alguna. Porque hemos dejado allí alguna basura espacial y los satélites la han fotografiado.

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