La escuela de magia Hogwarts abre 'sede' en Zaragoza

Existe un lugar en Zaragoza donde aprender todos los secretos sobre la cartomagia, la numismagia, o el ilusionismo.

Sergio Cisneros, Ana Sorolla y otros integrantes de la Escuela de Circo de Zaragoza.
Sergio Cisneros, Ana Sorolla y otros integrantes de la Escuela de Circo de Zaragoza.
C. I.

Una vez llegas a El Sótano Mágico, ubicado en el barrio de San Pablo de la capital aragonesa, la melodía de Harry Potter te acompaña hasta el interior del local. Una sintonía muy sugerente para acceder a la sede de la Escuela de Magia de Zaragoza que por segundo año consecutivo tratará de formar a los que podrían ser los magos e ilusionistas del futuro.

La escuela comienza su andadura el 18 de octubre con una serie de clases prácticas y teóricas y la visita de distintos magos profesionales. Como novedad, este año arranca un curso de iniciación infantil que tendrá lugar los días 21 y 22 de octubre. ¿Por qué? Porque, como explican, la magia no tiene límites, y mucho menos de edad.

“Cualquier momento es bueno y no hacen falta conocimientos previos ni habilidades especiales. El ritmo lo marca el alumno”, asegura Sergio Cisneros, director de la escuela y mago con una dilatada experiencia sobre los escenarios.

“Hacemos un recorrido por las diferentes especialidades que existen en el mundo de la magia, desde las grandes ilusiones a las cosas más sencillas con objetos cotidianos como palillos, cuerdas o barajas. El objetivo principal de esta escuela es la formación, no enseñar trucos”, explica Cisneros.

En la actualidad en torno a un centenar de magos forman parte de la Asociación Mágica Aragonesa (A.M.A), sin embargo, muy pocos logran dedicarse a esto profesionalmente. ¿Cuál es la clave para lograr convertirse en un auténtico ilusionista? “Lo más importante es la afición, si le dedicas tiempo, la magia tiene un sitio para ti en cualquiera de sus disciplinas. No puedes ser un crack en todas, pero sí destacar en una”, asegura el director.

Por supuesto, antes de elegir una especialidad, es imprescindible conocerlas todas. “El curso se estructura en 10 clases divididas por especialidades con varios ejemplos de cada tipo”, indica. Y, como colofón, la última sesión se convierte en la prueba de fuego, en la cual los alumnos deben de subir al escenario a demostrar lo aprendido. “El precio del curso completo es de 120 euros en el caso de los adultos y de 22 euros en el caso del taller infantil”, afirma Cisneros.

Por la escuela han pasado varias personas de Zaragoza, como Ana Sorolla, quien durante los dos meses y medio que dura el curso compatibilizó su asistencia con su puesto de trabajo en una carpintería de aluminio. “Mi padre había hecho pinitos de joven y me inculcó el gusto por la magia. Llevaba mucho tiempo buscando un lugar donde poder aprender así que cuando me enteré de la noticia no dudé en apuntarme”, afirma Sorolla.

Las clases tenían lugar los lunes de 19.30 a 21.00, un horario, asegura, que permitía compatibilizar la formación con la vida laboral. “Es una barbaridad ver como con cuatro cosas hacen magia, aunque si tengo que elegir una, yo me quedo con la cartomagia”, afirma. Otra de sus compañeras, en este caso natural de Cella, en Teruel, asegura decantarse más por otro tipo de magia. “A mí me gusta más la denominada magia bizarra, es decir, aquella que utiliza la mística, la fantasía, la escenografía…”, explica María Jesús Lanzuela.

“Al final aprender a hacer magia es aprender a disfrutarla de otra forma”, añade la alumna. Por su parte, su compañero Nacho Arnau, actualmente preparándose las oposiciones para Policía Nacional, asegura que le encantaría dedicarse a las Grandes ilusiones, "como David Copperfield", añade. Llegó a la escuela a través de las redes sociales y por una cuestión laboral. “Desde hace 7 años me dedico al mundo del espectáculo, sobre todo de noche, sin embargo cada vez se piden más este tipo de shows diurnos, sobre todo en los pueblos”, asegura.

Mucho más que clases

La sala abriría sus puertas en diciembre de 2014, a priori, como sala de espectáculos debido a la demanda generalizada de un lugar en el que consumir magia en vivo y en directo. “Queríamos convertirnos en el centro de referencia del sector del ilusionismo en Arago?n. En Zaragoza no había nada igual, algo que no ocurre en otras ciudades como Madrid y Barcelona, así que decidimos probar”, explica Pepe Lirrojo, uno de los socios fundadores de la sala junto a Pepín Banzo.

Sin embargo, la historia del establecimiento no termina aquí, ya que cuando accedes al verdadero sótano de El Sótano Mágico te encuentras con el Museo de la magia de Aragón en el que pueden conocerse de primera mano algunos de los objetos que los magos más conocidos de nuestra tierra utilizaban para sus trucos. “Queríamos recopilar la historia de los magos aragoneses en el siglo XX sobre los que llevamos varios años recabando información por lo que decidimos crear este museo en 2015”, indica Lirrojo.

Por supuesto, este Museo también se convierte en el aula improvisada de la Escuela de Magia, ya que, como explica su director, conocer la historia de la magia es otra de las asignaturas imprescindibles.

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