Jean-Claude Carrière: "Trabajar con Buñuel era vivir con Buñuel"

El guionista francés ha evocado su relación con el realizador aragonés en los periódos de trabajo.

cine
Jean-Claude Carrière: "Trabajar con Buñuel era vivir con Buñuel"
Javier Blasco

El guionista francés Jean-Claude Carrière (Colombières-sur-Orb, Francia, 1931) asegura que trabajar con Luis Buñuel "era vivir con Luis Buñuel", alejados de las ciudades y concentrados ambos durante periodos de dos meses en la escritura de un guión.


Carrière ha evocado la figura del cineasta aragonés durante una comparecencia de prensa con motivo de la entrega del Premio Luis Buñuel, que le ha otorgado la organización del 44 Festival Internacional de Cine de Huesca en reconocimiento a su larga trayectoria profesional.


"Yo sé -ha ironizado- qué diría Luis si estuviera aquí: 'Por qué le dan el Premio Luis Buñuel a Carrière cuando debería ir a Luis Buñuel'".

Carrière conoció a Buñuel en 1963 y desde entonces se entabló una estrecha colaboración que cristalizó en los guiones de 'Diario de una camarera', 'Belle de Jour', 'La vía láctea', 'El discreto encanto de la burguesía', 'El fantasma de la libertad' y 'Ese oscuro objeto de deseo'.


El guionista ha recordado que el cineasta aragonés le citaba en el

Monasterio del Paular, de Madrid, o en el balneario de Mixoacán (México) y durante dos meses, "lejos de las ciudades, sin mujeres, sin amigos", se reunían solo los dos durante horas concentrados en un mismo tema y en la misma historia.


El guionista, para quien "no es fácil vivir con otro hombre sin ser homosexuales", se encerraba después de cenar en su habitación y daba forma a los guiones.


Posteriormente, se separaban durante otros dos meses y volvían a reunirse para ver lo que el "obrero invisible" había hecho del guión durante dicho periodo y valorar si había que reescribir lo ya elaborado.

Carrière y Buñuel inventaron dos personajes imaginarios, Henri y Georgette, a los que hablaban mientras trabajaban en los guiones y que tenían la finalidad de que ninguno de los dos olvidara que el destinatario final de la historia era el público.


Recuerda que en una ocasión, Buñuel, muy dado a las bromas, le pidió a Georgette "salir de la habitación" en la que ambos trabajaban, porque no le gustaba una de las aportaciones suyas al guión.


Se muestra convencido, además, de que fue el propio realizador aragonés quien encargó a su productor, Serge Silbermann, que se desplazara a Madrid para comunicarle, durante el transcurso de una cena, que debía de aprender a "decir no" a Buñuel.


Para Carrière, "trabajar con Buñuel es llegar a una final de los juegos olímpicos, porque no hay un nivel más alto; debías dar la parte mayor de tu imaginación, porque él veía inmediatamente si estaba o no en buena forma".


Respecto al estilo del realizador aragonés, el guionista afirma que consiguió trasladar al cine un difícil equilibrio entre "lo posible y lo imposible", siguiendo "un camino muy estrecho".


En cualquier caso, agrega, Buñuel tenía una sensibilidad "muy fina" a pesar de su "físico aragonés", que le hacía estar al tanto de cualquier situación durante un rodaje.


Jean Claude Carrière, que ha colaborado con realizadores de la talla de Forman, Wajda, Kiarostami o Saura y con dramaturgos del prestigio de Peter Brook, considera, sin embargo, que el lenguaje cinematográfico no solo ha cambiado mucho desde que Buñuel hizo sus últimas películas, sino que está en cambio constante.


A este respecto, ha explicado que el siglo XX fue el primero que inventó nuevos lenguajes de expresión, tras la invención del cine y la irrupción de la televisión, la radio o las nuevas tecnologías.


Se muestra convencido de que la distancia existente entre el autor y la historia, como predicaba Flaubert, es el lenguaje, y asume que "toda nueva técnica necesita de un nuevo lenguaje".


Por esta razón, considera que el guionista "es un cineasta", porque tiene que conocer "perfectamente" el lenguaje del cine.


Cuando trabaja con nuevos realizadores, señala, habla con ellos previamente para conocer cuáles son sus gustos cinematográficos y profundizar así en su visión del cine, aunque admite a renglón seguido que la transformación de lenguaje fílmico está reservada a grandes autores como Buñuel.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión