Malú: "Es mágico que tanta gente siga subida a mi tren, y siguen llegando"

-Lo de llamar a una gira ‘Caos’ es un poco osado, pero el arranque ha sido espectacular...

-Sí, a pesar del trancazo que llevo, pero muy contenta, de verdad. Las sensaciones en cada concierto son impresionantes, estoy muy bien con los míos y con ganas de seguir, de que el ‘show’ vaya evolucionando y asentándose. Cuando entras en esta dinámica de gira, lo más importante para mí es seguir sintiendo las cosas intensamente. Es lo que hay. Zaragoza es una cita lógica, por muchas razones, pero la verdad es que nos encanta ir. El público es cálido y la diversión está asegurada.

-Acaba de presentar en el Festival de Cine de Málaga ‘Ni un paso atrás’, el documental sobre su vida que han hecho su primo Curro Sánchez y Telmo Iragorri.

-Fue increíble. Me encantó verlo junto al público en un sitio tan mágico como el Teatro Cervantes. Es un repaso a mi vida que se rodó en gran parte hace año y medio, durante la gira ‘Sí’, y el resultado final me ha encantado por la forma de contar las cosas, el montaje, el ritmo... No es fácil resumir casi 20 años de carrera, y hacerlo de una manera tan precisa y bonita. Muestra mis raíces, el lugar del que vengo, cómo ha ido ocurriendo todo. Se me remueven cosas por dentro al verme en pantalla, porque te das cuenta que tu vida es una vorágine alucinante y loca, por lo que verlo todo con pausa es una gozada.

-Trabajar con la familia puede ser un arma de doble filo...

-Supongo que sí, pero con Curro ha sido brutal. No lo hubiera hecho con nadie más: he contado intimidades que nunca hubiera sacado a la luz, he abierto las puertas de mi casa... Curro me aportaba la tranquilidad absoluta en el modo de trabajar y en el resultado. Además, el equipo ha hecho un trabajo impecable, dinámico y muy detallista.

-¿Cómo maneja en el día a día ese ritmo vertiginoso de su vida?

-Te vas haciendo poco a poco, empecé con 15 años y ya pocas cosas me asustan. No soy muy precavida, por desgracia, y me cuesta encontrar momentos específicos para mí solita, pero cuando aparecen los aprovecho al máximo. Además, he aprendido a sacar todo el partido anímico a lo que hago, y eso me ayuda a respirar, a vivir en plenitud.

-¿Es consciente de que su situación es privilegiada dentro de un momento muy duro para la industria musical?

-Absolutamente. Es mágico que tanta gente siga subida a mi tren: los que llevan tiempo ahí no se van, y siguen llegando nuevos. El momento presente es complicado para nuestra profesión, crítico, estamos obligados a reinventarnos, hacer equilibrios y ser conscientes de que las cosas pueden cambiar muy rápido, no se puede bajar la guardia. Hay que darlo todo por la gente que te apoya, se merecen que su esfuerzo tenga una contrapartida.

-No es de las personas que se fijan metas a largo plazo... ¿Prefiere el ‘partido a partido’ de Simeone en el Atlético de Madrid?

-Es cierto que no me planteo a dónde o a quiénes más quiero llegar. Mi meta desde los 15 años era estar aquí, cantando, expresándome como me lo pide el cuerpo en este lugar mágico que me hace vivir día a día cosas inolvidables. ¿Sabes lo grande que es eso? No voy más allá.

-¿Ni siquiera a una futura conquista del mercado anglo desde Miami, como otros españoles?

-Miami siempre está ahí, y por suerte existe la posibilidad de trabajar en cualquier lugar del mundo. Nunca descarto una mayor atención al mercado americano, voy mucho a América Latina y seguiré yendo. El anglo... bueno, habría que plantearse cambios más radicales en el día a día, expresarme en otro idioma no es algo que me preocupe ahora... Además, ¡el nuestro es tan bonito!