Los Premios de la Música Aragonesa se saldan con el palmarés más repartido

Ausente, un año más, pero esta vez por causas de fuerza mayor: Bunbury fue elegido anoche mejor solista de 2015 en la XVII gala de entrega de los Premios de la Música Aragonesa. El músico Juan Carlos Espadas leyó un mensaje de agradecimiento en nombre del galardonado, que mañana comienza su gira 2016 en Argentina. También ganó la mejor portada, pero su co-creador, Álvaro P-ff (Jose Girl aportó el trabajo fotográfico) sí estuvo en el Teatro Principal para recoger su estatuilla. Fue el único cromo repe en un palmarés más repartido que nunca, en una gala que subió enteros con relación a la del año anterior, y en la que el fallecido Rafa Angulo tuvo un protagonismo absoluto.

El buen tono general comenzó con los Starkytch, responsables de la conducción:sin traicionar su particular sentido del humor, supieron meter una marcha más con relación a su debut en 2015 y acertaron en las transiciones, lo que contribuyó a agilizar el guión. En la entrada lucían los retratos de Cristina Loft con personajes fundamentales en la historia reciente de la música aragonesa. En cuanto a la duración, rayó las dos horas deseadas, y si no cuadró al minuto el objetivo fue únicamente por el retraso en el arranque. David Chapín ySergio Falces, el dúo que rige la gala desde Aragón Musical, se fajó para que todo saliera lo mejor posible.

Vaya arranque, por cierto. Los Bengala confirmaron a los despistados que su directo es una barbaridad:nada mejor para entrar en calor que una tanda de tralla disparada con arte, tino y ferocidad. Silvia Solans (elegante en su revisión de DinahWashington:no se la pierdan este fin de semana en Las Esquinas) volvió a demostrar que las tablas del Principal la quieren. Lo mismo ocurre con el flamenco Alejandro Monserrat, premiado en la categoría de otras músicas y requetepremiado con dos regalos más: el aplauso del público y el arropo de su grupo.Buen nivel en los directos

Ojo con My Expansive Awareness. Aspiraban a cuatro estatuillas y finalmente se llevaron el premio a mejor canción con ‘Wake Me Up’, después de interpretar ese mismo tema sobre las tablas. Ya lo han hecho en escenarios grandes y medianos, pero cada vez suenan mejor. En cuanto a B Vocal, no por conocida deja de sorprender su maestría a la hora de retar la imaginación de su audiencia con juegos, laringes en armonía y una chispa de dramaturgia. Les tocaba su obra de José Azul a la trayectoria, además.

En el resto de premios sobresalió Copiloto, encargado de representar a Eva y Juan de Amaral en mejor producción... y ganador luego en mejor álbum:el oscense derrochó humor británico en ambos discursos. También brilló la alegría de Dadá y Siderales Producciones por el premio a mejor videoclip, ese ‘Ritmo veraniego’ rodado en las nieves pirenaicas. The Bronson se gozaron un mundo su reconocimiento como mejor directo, apenas unos días antes de lanzar un disco... en directo. Los bisoños White Coven triunfaron en mayor proyección, y el DJ Carlos Hollers recordó a su familia en una gala triunfal para él, después de muchos años a las puertas de subir al escenario como ganador. La Asociación Vecinal Arrebato, reconocida por sus 22 años de agitación cultural en el corazón de la Magdalena,

aprovechó la coyuntura para recordar su modelo de autogestión, el trabajo en horizontal sin ánimo de lucro y la responsabilidad social de quienes manejan dinero público a la hora de apoyar (o no torpedear) la cultura de base.

Kase.O se impuso en el renglón de mejor epé: he ahí una figura mundial del hip hop que nunca olvida de dónde viene. Bosnerau alzó los brazos con ‘A Muga’, mejor canción en lengua autóctona, y Las Armas triunfó en la mejor programación: su responsable Sergio Vinade recordó que el resto de candidatos también organizan eventos en el recinto de El Gancho, y abogó porque el brillo de los premios se traslade a la felicidad de los conciertos llenos, en todos los rincones de Aragón.