Alrededor del arte y de la discapacidad suele haber buenas vibraciones. Y eso que son dos mundos que no confluyen habitualmente, pero cuando lo hacen los resultados casi siempre sorprenden. Desde este jueves, en el Centro Joaquín Roncal hay una buena muestra, que se enmarca dentro del programa de la décima edición de DISarte, cuyo acto central se celebrará el próximo sábado.

Hace unos meses, el director de la Fundación Virgen del Pueyo de Villamayor, Carlos Guerrero, le propuso al escultor Rafael Ochoa realizar una colaboración: trabajar alrededor del arte con las 200 personas con discapacidad que se atienden en los tres centros de la fundación. Rafael aceptó el reto: acercó sus esculturas, organizó los talleres y les propuso que expresaran plásticamente lo que estaban contemplando.

El resultado fue magnífico y es, precisamente, lo que ahora se puede ver en el Joaquín Roncal. Bajo la mirada de la discapacidad, los motivos escultóricos vinculados al cuerpo humano adquieren una nueva vida. Por ejemplo, apuntaba Rafael Ochoa, “los chicos han decorado acertadamente los pedestales que sujetan algunas esculturas buscando el movimiento que se expresa a través de la danza”.

Además, en un lugar especial se muestran tres obras que este artista realizó a partir de bocetos pintados por los propios alumnos. “Al ver el resultado, casi todos se han sentido útiles y muy satisfechos al comprobar que su trabajo tenía un sentido”, apuntaba Carlos Guerrero.

Durante la inauguración, la Fundación Virgen del Pueyo estuvo muy bien representada por Javier Asensio, Adela Ferreira, Mila Pérez, Silvia Lana y Cristina Zúñiga. También asistieron Blanca Carvajal y Enrique Nogueras, del Joaquín Roncal, a quienes el escultor agradeció su colaboración para poder organizar esta muestra.

Junto a su mujer, Maite Zarzuela, y su hijo, Diego Ochoa, Rafael Ochoa explicó que a todas las esculturas les une el cuerpo. Hay guiños a Goya y a la escena de los fusilamientos del 2 de mayo, protagonizada por mujeres; a la película ´Novecento` de Bernardo Bertolucci y a temáticas mucho más prosaicas como la presencia de ropa tendida o de unos bañadores.

Lo dicho, un curioso pase de modelos con esculturas que necesitan ser contempladas para adquirir todo su sentido. Hasta el próximo 19 de marzo es posible hacerlo.