Había expectación porque Pedro Almodóvar iba a rodar en Santiago de Compostela. Lo que no estaba en el guión de 'La piel que habito' es que se le rebotasen los hosteleros de Compostela. Cuando el propietario del bar Carballeira se encontró con que, el pasado lunes, la clientela esperada no podía acceder a su terraza porque el equipo de Almodóvar iba a rodar allí, montó en cólera y se enfrentó con los responsables.

Cualquier otro año las cosas hubieran sido muy diferentes pero, en pleno mes de agosto de un Jacobeo, siete horas de cierre de un establecimiento es algo muy serio. Toda la hostelería de Santiago esperaba como agua de mayo este año jubilar y el cierre se traduce en muchos euros que no descansarán en las cajas registradoras de los establecimientos. Si, además, se anuncia que un par de días después volverán a las andadas esas gentes de la farándula, el resultado es una amenaza en serio de montarle una sentada a Almodóvar de las de verdad. Afortunadamente, no hizo falta llegar tan lejos porque la segunda sesión, el miércoles, era para repetir algunas tomas y, según la productora, no hizo falta.