ANTONIO BLANCH

"La moral laica de Albert Camus es realmente ejemplar para nuestro tiempo"

De la Universidad de Comillas viene al zaragozano Centro Pignatelli para dar un curso sobre Albert Camus, fallecido hace ahora 50 años.

El profesor Antonio Blanch
"La moral laica de Albert Camus es realmente ejemplar para nuestro tiempo"
HERALDO

'El extranjero' ha sido elegida recientemente en Francia como obra capital del siglo XX. ¿Qué destacaría en ella? ¿Sintetiza toda la obra de Camus?

Esta interesante novela no representa ninguna síntesis; más bien el mismo Camus reconocía que era el punto cero de sus reflexiones sobre el absurdo. Y el éxito que ha tenido este libro puede explicarse por la invención del protagonista Meursault, ese personaje inverosímil, que sin embargo fue recibido como modelo del gran desencanto existencial que se estaba viviendo entonces en Occidente.

¿Qué valores esenciales hacen que Albert Camus sea uno de los escogidos supervivientes del fenómeno existencialista?

El existencialismo de Camus no es radical, sino más bien moderado y muy humanista. No es metafísico, sino que está del todo centrado en la condición humana; pero siempre en defensa de su dignidad y no despreciando nunca al más débil de los humanos. Su visión de la existencia no es trágica y desesperada, como la de Sartre, sino abierta a la realización del individuo y aún a un cierto grado de felicidad.

Mientras Sartre se empequeñece, Camus se agranda. ¿Qué paralelo puede establecerse entre ellos?

Sartre sería el Goliat y Camus, el David. El primero es un gigante racionalista del sinsentido de la existencia, mientras que Camus es el animoso luchador que desea salvar al ser humano de tamaño desastre. Y es esta actitud de salvador de la existencia humana ante la desesperación la que le ha hecho más popular y más universalmente respetado.

¿Qué queda de la filosofía existencialista y su moral?

El existencialismo es una de las escuelas de pensamiento más importantes de la primera mitad del siglo XX. Fue una profunda reacción contra las evasiones del idealismo y de las caducas utopías sociales. En el ámbito del pensamiento moral y aun de la teología, el existencialismo realizó una muy necesaria vuelta a lo humano concreto, un giro antropocéntrico que se necesitaba con urgencia, y que todavía hoy está resultando muy fecundo.

La guerra, la pena de muerte, el terrorismo... ¿Cómo aborda estos temas capitales Camus?

Todas estas cuestiones eran entonces muy palpitantes en la Francia de la resistencia, de la posguerra y de la rebelión en Argelia. También hoy, por desgracia, son temas de gran actualidad en el mundo entero. Camus fue siempre muy sensible a todo lo que se refiere a la violencia de un ser humano contra otro. Lo consideraba una gravísima degradación moral, sobre todo si se trataba de víctimas inocentes. Por esto no se cansó de escribir en la prensa (sobre todo en el periódico 'Combat') denunciando esta terrible lacra social y política. Una de sus más frecuentes preocupaciones era cómo luchar contra la violencia sin hacerse violento.

¿Dónde ha expresado mejor su pensamiento Camus, en sus novelas, obras de teatro, ensayos...?

Desde el punto de vista filosófico, su obra capital es 'El hombre en rebelión'. Pero literariamente son obras maestras tanto 'La peste' como 'Los justos'. Y no habría que olvidar nunca el extraordinario trabajo de lucidez y valentía que realizó en los centenares de artículos de prensa, donde aparece su condición de maestro moral.

Autor laico por excelencia, ¿cuál es el puesto de la religión en el pensamiento camusiano?

Ciertamente, Albert Camus es un pensador laico, en el sentido más noble de esta palabra. Pensaba que los valores básicos de la persona debe encontrarlos, cada uno de nosotros, en sí mismo y no fuera, en alguna instancia trascendente o religiosa. Y cuanto más releo su obra, y mejor conozco su vida, más convencido estoy de que esa moral laica es realmente ejemplar para nuestro tiempo. Las virtudes laicas que él propone son la honradez y el respeto hacia todo lo auténticamente humano, la solidaridad y la fidelidad en el amor, la tolerancia y la lucha permanente contra toda injusticia y contra toda mentira.