EXPO 2008

La tormenta Amaral cae en la Expo

El dúo zaragozano entrega a Expoagua "Llegará la tormenta", versión en castellano de "A Hard Rain's A-Gonna Fall", de Dylan, que presentará en un concierto-sorpresa.

No es que Bob Dylan, cuando escribió "A Hard Rain's A-Gonna Fall" ("Una tormenta va a caer"), estuviera haciendo de hombre del tiempo y anunciando el chaparrón que se avecinaba en horas próximas. Era algo más serio. En realidad, como media América, estaba temblando de miedo ante la guerra nuclear. Y es que esta fantástica canción que ahora ilustra la promoción internacional de la Expo -tanto en manos del propio Dylan como en las de Amaral, que acaba de entregar su versión- la escribió el revolucionario cantautor justamente en medio de la famosa "crisis de los misiles de Cuba", en otoño de 1962.


Flashback. Kruschev, en pleno apogeo de la "guerra fría", tuvo la osadía de sembrar de misiles el norte de Cuba, apuntando a Estados Unidos. Al demócrata Kennedy, espoleado por la facción más radical del republicanismo, se le subió la testosterona y, de camino, le ocurrió a medio país. Faltaría más, los comunistas apuntando al mismo corazón de América. El Congreso le dio luz verde al presidente para que actuara sin contemplaciones, respondiendo activamente a la provocación. Incluso llamó a los reservistas. De inmediato, Kruschev replicó que, si Estados Unidos hacía el más mínimo movimiento militar, los misiles empezarían a caer sobre territorio americano como "una tormenta de granizo". Sería el inicio de la primera guerra nuclear. El mundo temblaba. Dylan, también.


Con 22 años sin cumplir, temía ser movilizado, como ya lo había sido algún amigo suyo. Una noche se sentó ante su vieja Remington y comenzó a escribir versos, transpirando el sudor de la pesadilla nuclear, haciendo un apocalíptico retrato del paisaje que dejaría una guerra atómica: océanos secos, cuerpos de mujer ardiendo, árboles sangrando, habitaciones llenas de hombres con martillos ensangrentados, carreteras rotas, bebés devorados por lobos, gente muriendo de hambre… una visión espeluznante sobre "el día después" envasada en acordes de guitarra a ritmo de vals. Uno de su grandes himnos. Terrible crónica de su tiempo, del miedo que atenazaba a media humanidad, un sarpullido tenebroso de una belleza musical infinita.


En 1963, Bob Dylan metió la canción en su segundo LP junto a otras memorables y allí estalló su popularidad universal. "The Freewheelin", título del LP, era un disco todo acústico, como fue el primero y serían los dos siguientes. Estaba hecho con ramas de poesía simbolista a lo Rimbaud y hojas de política contestataria enredadas en maravillosas melodías. Una obra maestra.


"Tremenda en castellano"


Cuarenta y cinco años después, Eva y Juan han realizado una transcripción eléctrica de aquel viejo himno, cantándolo en castellano bajo el título de "Llegará la tormenta". Como unos Byrds del momento, han cogido la canción y le han añadido electricidad, subrayando la melodía con bajo, batería y guitarra eléctrica. Y, según afirma Juan, "suena tremenda en castellano".


"Tanto en letra como en melodía", añade, "hemos respetado la versión acústica de "The Freewheelin", pero le hemos metido electricidad, pasándola del folk al rock". Lo mismo, básicamente, que hicieron en su momento The Byrds con "Mr. Tambourine Man", no en vano en todo momento Juan y Eva tuvieron a su adorado grupo californiano como referente a la hora de pasar las canciones de Dylan por la trituradora eléctrica. Tanto, que una de las ideas primigenias que se les ocurrió, cuando la Expo le hizo el encargo, fue poder contar con Roger McGuinn, aunque al final no fue posible: "Hemos ido muy liados y no hemos podido establecer contacto con él, pero estábamos entusiasmados con esa idea".


La traducción al castellano es de Eva. "Yo creo -dice la cantante- que se mantiene al completo el espíritu apocalíptico de la letra". "La idea -añade Juan- era mantener la visión extrema del planeta. Era primordial mantener esa idea y su significación original. No podía ser una versión ligera o light, y, de hecho, era casi más importante la letra que la melodía. Nosotros estamos muy contentos de cómo ha quedado". Vamos, que piensan que el peligro de que alguien, por el título, pueda pensar en una invocación de la lluvia que espante la sequía y hasta poco menos que haga florecer los Monegros, está desterrado.


La canción, seguramente, no se incluirá en el nuevo disco del dúo. Al ser un proyecto específico para Zaragoza y la Expo, piensan que es mejor que ello no ocurra, aunque todavía no está decidido. Este fin de semana, después de pulirla en Nueva York, el dúo la entregó completamente terminada a la Expo y ahora son sus rectores quienes decidirán qué hacer con ella. Probablemente la presenten oficialmente a mediados de este mes y luego la canción empiece a sonar en anuncios promocionales, como ocurrió con la versión dylaniana. Antes de que ello ocurra, el dúo tiene intención de hacer un concierto-sorpresa y darla a conocer públicamente.