La fractura entre Gobierno y oposición impide un homenaje unitario por los 20 años del 11-M

Madrid recuerda a las víctimas del peor atentando en la historia de España celebrando dos actos distintos.

Los reyes Felipe VI y Letizia posan para una foto de familia a su llegada al acto conmemorativo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, creado como homenaje a las víctimas de los ataques de Madrid del 11 de marzo de 2004, celebrado este lunes en la Galería de las Colecciones Reales, en Madrid.
Los reyes Felipe VI y Letizia posan para una foto de familia a su llegada al acto conmemorativo del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, creado como homenaje a las víctimas de los ataques de Madrid del 11 de marzo de 2004, celebrado este lunes en la Galería de las Colecciones Reales, en Madrid.
EFE/ Chema Moya

Una efeméride tan dramáticamente señalada como el vigésimo aniversario de los ataques terroristas perpetrados en Madrid el 11 de marzo de 2004 en los que murieron 192 personas y casi dos mil resultaron heridas -la peor masacre en la historia de Europa y España- no fue suficiente acicate este lunes para que el Gobierno y la oposición compusieran una imagen de unidad en una jornada llamada a ser un homenaje del conjunto de la sociedad a todas las víctimas. La jornada, fiel reflejo de la abismal distancia que separa hoy a los dos grandes partidos del país, se conmemoró con dos homenajes institucionales en la capital para rememorar a los asesinados y arropar a sus familias: el organizado por la Unión Europea, con la presidencia de los Reyes y la asistencia del presidente del Gobierno, por el Día Europeo en Recuerdo a las Víctimas del Terrorismo, que coincide justamente con el aniversario del 11-M; y otro a cargo de la Comunidad de Madrid que comanda Isabel Díaz Ayuso en la Puerta del Sol y al que acudió el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo.

Pero ni rastro de un acto de Estado unitario en el que participasen tanto el jefe del Gobierno como el de la oposición, quien, según los suyos, no fue invitado al homenaje principal celebrado en la Galería de las Colecciones Reales. Ferraz esgrime que la Comisión Europea fue la encargada de montarlo y de gestionar las invitaciones. Y que las autoridades del país -con la presencia de los Reyes, el presidente del Ejecutivo y los presidentes del Congreso -la socialista Francina Armengol- y el Senado -el popular Pedro Rollán- estaban plenamente representadas.

Felipe VI, que recordó el triste peregrinar de aquella mañana en la que la Reina y él -entonces a punto de casarse- recorrieron los hospitales intentando reconfortar a los heridos y a sus familiares, identificó a las víctimas como "una referencia ética" en los "sistemas democráticos y de valores humanos" porque "simbolizan la permanente necesidad y compromiso de defensa de la libertad y del Estado de Derecho".

"Nos recuerdan la exigencia colectiva de esa lucha, así como la vileza y el odio sin escrúpulos al que nos enfrentamos", afirmó el Rey antes de elogiar la labor que realiza el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo con sede en Vitoria y otros organismos parejos europeos. Sánchez, por su parte, hizo un llamamiento a "velar para que nadie pueda sentirse atraído por las ideas de odio" e incidió en que "hay que recordar por dignidad".

También estuvieron presentes en el homenaje varios ministros como el del Interior, Fernando Grande Marlaska, quien fue el encargado a abrirlo. "El 11-M, la sociedad española volvió a demostrar que no hay terrorismo capaz de doblegarla". Las autoridades españolas compartieron duelo con el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, y la comisaría europea de Interior, Ylva Johansson, a quienes acompañaron tres víctimas de los atentados de Madrid en 2004 y otros damnificados por los perpetrados en el aeropuerto y el metro de Bruselas en 2016 y en la sinagoga de Roma en 1982.

El rastro del enfrentamiento

En paralelo a las conmemoraciones institucionales, los allegados de los asesinados los homenajearon también en sendas convocatorias. La de la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AVT) tuvo lugar en el Bosque del Recuerdo, tras una misa funeral en la catedral de la Almudena, y a la que se sumaron Ayuso, Martínez-Almeida y Feijóo. Y, paralelamente, la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, clamó contra los agravios sufridos por quienes murieron en los atentados y sus familiares en estos 20 años por boca de su presidente Eulogio Paz, que perdió a su hijo en el Pozo del Tío Raimundo.

La inexistencia de un homenaje compartido no derivó en mensajes de enfrentamiento, pero el día no logró sacudirse la sombra de la fractura que anidó hace dos décadas alimentada por la 'teoría de la conspiración' que, contra toda evidencia, siguió atribuyendo a ETA y no al yihadismo los crímenes. El comunicado de FAES, la fundación que encabeza el expresidente José María Aznar, para defender la gestión del Gobierno del PP y negar que este mintiera fue respondida por el PSOE, que ha colocado ante este aniversario el retrovisor crítico. "Se cumplen 20 años de la mayor infamia, de la mayor mentira", acusó el secretario del Área Institucional del PSOE y vicepresidente primero del Congreso, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis.

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