Asalto en las dunas de Maspalomas

Decenas de personas acudieron a esta reserva natural especial, buscando el tesoro escondido que dos 'youtubers' habían enterrado.

Dunas maspalomas
Dunas maspalomas
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Eran las cinco de la tarde del sábado cuando decenas de personas asaltaron las dunas de Maspalomas, en Gran Canaria. Cargaban con palas y rastrillos, algo inusual en esta zona, debido a que está protegida. Todos buscaban lo mismo: un maletín con 1.000 euros que habían escondido dos 'youtubers'. Ahora, se está investigando, por si fuese un delito ambiental.

Todo comenzó con un vídeo promocional que publicaron dos jóvenes en su cuenta de Instagram. En él, explicaban que tenían 1.000 euros para publicitar un concierto del DN7 Festival, pero que habían decidido, en lugar de invertirlos en un anuncio al uso en redes sociales, decidieron meter todos los billetes y esconderlos en algún lugar de la isla. Comenzaba así una extraña búsqueda del tesoro que acabó haciéndose viral.

Tras el primer vídeo, llegaron otros tres, cada uno de ellos con una pista sobre el paradero en el que se encontraba el premio. "Tres vídeos. Tres pistas. Mil euros", decían los convocantes.

Una vez lograron dar con la ubicación, las dunas de Maspalomas, comenzaron a cavar varios hoyos con el objetivo de ser la persona que encontraba el maletín. No contaban con que, al ser un espacio protegido, estaban incurriendo en un delito contra el medioambiente.

No es la primera y, seguramente, no será la última vez en la que un reto viral difundido en redes sociales provoca perjuicios ambientales. Como suele ser habitual en este tipo de casos, el Ayuntamiento de Maspalomas ha abierto una investigación para determinar si los asistentes son autores en un delito ambiental y, en caso de serlo, llevar la denuncia hasta la Fiscalía. Mientras, los convocantes de esta búsqueda del tesoro han decidido eliminar todas las pruebas tanto de YouTube como de Instagram.

Un espacio protegido

Las dunas de Maspalomas, ubicadas en el sur de la isla de Gran Canaria, fueron declaradas en 1987 como espacio protegido por primera vez. Su fauna y flora exótica son los motores que llevaron a las autoridades a tomar esta medida. No fue la única. Siete años después, en 1994, el Gobierno de Canarias otorgó a la zona la categoría de reserva natural especial. El problema es que el daño ya estaba hecho. El impacto humano y los distintos procesos urbanísticos a los que ha sido sometida han modificado la dinámica del viento y, con ello, han deteriorado el paraje. Es tal el efecto que, aproximadamente, 45.000 metros cúbicos de arena acaban en el fondo del mar.

Actualmente, las dunas están divididas en tres zonas perfectamente delimitadas y señalizadas. Una de uso general, otra de uso restringido y otra de exclusión. El incumplimiento de las normas, es decir, el paso a los puntos en los que no está permitido el tránsito, supone poder sancionados. Esto se traduce en que los turistas que acudan a las dunas deben transitar por los diferentes senderos que hay acordonados, pero no pueden salirse de ellos.

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