Un triple homicidio, una estafa amorosa y la sospecha de un ajuste de cuentas

La Guardia Civil apunta a que los tres hermanos encontrados en Madrid podrían haber sido asesinados por no pagar las inmensas deudas que las dos mujeres contrajeron con sus falsos novios de Facebook.

MORATA DE TAJUÑA (COMUNIDAD DE MADRID), 18/01/2024.- Miembros de la Guardia Civil trabajan en el lugar donde se han hallado los cuerpos de tres hermanos de avanzada edad con signos de violencia este jueves, en Morata de Tajuña (Comunidad de Madrid). La Guardia Civil investiga si los tres hermanos -dos mujeres y un hombre- hallados muertos con signos de violencia en su vivienda de Morata de Tajuña pudieron ser asesinados en un ajuste de cuentas por las deudas que habían contraído con algunos conocidos.EFE/ Sergio Pérez
Miembros de la Guardia Civil trabajan en el lugar donde se han hallado los cuerpos.
EFE

De la opulencia a la pobreza. De vivir sin ningún aprieto de rentas de las tierras y las casas a tener que pedir primero préstamos a amigos. Y luego, cuando no había a nadie más a quién pedir favores, recurrir a prestamistas desconocidos con intereses de usura y métodos de cobro violentos, cuando no mortales.

Los investigadores del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil apuntan la posibilidad que los hermanos Amelia (68 años), Ángeles (70) y Pepe (72) Gutiérrez Ayuso -cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados la mañana de este jueves en su domicilio de la localidad madrileña de Morata de Tajuña, al sur de la comunidad- fueran asesinados por un ajuste de cuentas, al no haber devuelto el dinero que habían pedido las dos mujeres para sufragar a los presuntos novios afganos conocido por Facebook y los gastos para cobrar una presunta herencia que nunca llegó. Todo mentira. Es la conocida 'estafa del amor'.

Agentes de la Policía Local encontraron este jueves a los tres hermanos muertos con señales de violencia en su domicilio de Morata. Aunque al principio los funcionarios pensaron que podría tratarse de un suicidio colectivo o un asesinato familiar por la agobiante situación económica en la que vivían, esa tesis fue perdiendo fuerza a lo largo del día por la disposición de los cadáveres y la forma en que habían sido apilados en una de las estancias, con restos de sangre y parcialmente quemados.

Los cuerpos aparecieron número 18 de la avenida Príncipes de España, usada por las víctimas habitualmente como segunda residencia. Los fallecidos llevaban un mes sin dar señales de vida ni a los allegados ni a los vecinos del pueblo, por lo que los vecinos se pusieron en contacto con el alcalde, que denunció la supuesta desaparición el sábado, aunque hasta este jueves no llegó la orden judicial para allanar la casa.

El juez de guardia procedió al levantamiento de los cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Valdebebas, en la ciudad de Madrid, donde este viernes se les practicará la autopsia.

Herencia afgana

Todos los vecinos de Morata de Tajuña sabían de que las deudas estaban ahogando a esta familia. Y que todo empezó sobre 2015 cuando las dos mujeres conocieron a través de internet a sendos hombres, supuestamente afganos, con los que comenzaron a mantener una relación sentimental a distancia. Amelia con un tal Eduard y Ángeles con un capitán del Ejército de Afganistán, del que iba a recibir una herencia de siete millones de euros.

A partir de ahí, una 'estafa del amor' de libro. Envío de más y más dinero a los supuestos novios para los trámites para liberar la herencia y para otras contingencias. Los vecinos han asegurado a la Guardia Civil que las hermanas llegaron a enviar hasta 400.000 euros a sus falsas parejas y que vendieron el piso de su infancia en Ciudad Lineal e incluso sus tierras en Torres de Juan Abad, en Ciudad Real.

A pesar de haber vendidos su bienes, no fue suficiente. Los hermanos, que siempre habían vivido juntos y sin demasiados gastos hasta entonces, tenían unas pensiones que rondaban los 3.000 euros: Pepe por su discapacidad mental y Ángeles y Amelia como profesora y anticuarias jubiladas. Pero los 'novios' pidieron más dólares y fue entonces cuando las dos mujeres recurrieron primero a los familiares y amigos, a los que nunca devolvieron el dinero, y luego a los prestamistas de usura, a los que estaban convencidas de que iban a poder pagar cuando cobraran la famosa herencia. Las advertencias de los vecinos de que todo era una estafa y de que recurrir a criminales para pedir préstamos era un gran error no sirvieron de nada.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión