Cuatro de cada diez jóvenes han participado en alguna pelea en los últimos seis meses
El 'IV Barómetros Juvenil 2023' ha desvelado cómo la pandemia ha marcado la forma en la que se enfrentan los jóvenes a ciertos comportamientos de riesgo.
La pandemia ha marcado cómo se enfrentan a ciertos comportamientos de riesgo los jóvenes, que admiten que les compensa más realizarlos pese a la inseguridad que perciben en ellos, según el 'IV Barómetros Juvenil 2023', que constata que el 40,9 % reconoce haber participado en alguna pelea en los últimos seis meses.
En concreto, según precisa el 'IV Barómetro Juvenil 2023 Salud y Bienestar', realizado por la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación FAD Juventud sobre una muestra de 1.500 jóvenes entre los 15 y 29 años en febrero de este año, el 9,2 % afirma que ha intervenido en alguna pelea con mucha frecuencia o a menudo, mientras el 31,7 % lo ha hecho alguna vez o pocas veces.
En general, se observa un relativo decrecimiento entre 2021 y 2023 en la realización de comportamientos de riesgo con alta frecuencia, subraya el estudio, que indica que este último año supone un punto de inflexión ya que no habían dejado de incrementarse desde 2017.
Así, la participación en peleas con frecuencia pasó de un 1,6 % en 2017 a un 4,7 % en 2019; se incrementó hasta el 11,1 % en 2021 y se reduce ligeramente hasta el 9,2 % en 2023.
Las conductas de riesgo al volante también son habituales: un 21,2 % de los jóvenes ha conducido tras fumar porros, mientras que un 9,1 % lo ha hecho de manera recurrente; un 15,7 % lo ha hecho tras consumir cocaína, speed o pastillas -de los que más de la mitad lo han hecho con mucha frecuencia-, y uno de cada cuatro ha conducido tras beber alcohol, aunque son menos (7,5 %) los que lo hacen habitualmente.
El barómetro, no obstante, señala que más del 60 % de los jóvenes considera que no compensa asumir riesgos en comportamientos ligados al consumo de sustancias, la conducción imprudente, las prácticas sexuales o la violencia
El comportamiento más normalizado es la práctica de deportes de riesgo (casi uno de cada cuatro considera que las ventajas de practicarlos compensan los posibles riesgos) y el comportamiento que menos compensa es el de publicar fotos íntimas en redes sociales (solo un 7,8 % asume el riesgo frente al 76,6 % que no).
El género y la edad tienen un impacto claro sobre la asunción de riesgos: ellos destacan por encima de las mujeres en todas las variables y los jóvenes entre 15 y 19 años tienden a asumir más situaciones arriesgadas que el grupo más mayor.
Por otra parte, el estudio se refiere al deterioro de la salud mental de la población joven y alerta del incremento en la ideación suicida de los jóvenes.
Advierte de que por primera vez desde que empezaron a realizarse los barómetros (2017) la proporción de jóvenes que nunca han experimentado ideas de suicidio (47 %) es menor que la de los que sí las han tenido alguna vez (48,9 %).
También han ido en aumento en los últimos años el resto de porcentajes: uno de cada 4 jóvenes ha experimentado alguna vez ideas suicidas (23,8 %), un 11,3 % piensa en el suicidio con cierta frecuencia y, el 13,8 % experimenta ideas de suicidio con mucha frecuencia o continuamente.
Al contrario que el propio acto suicida, mucho más presente en ellos que en ellas según indica el estudio, en la ideación suicida la variable de género no marca diferencias importantes. Por grupo de edad sí se observa una tendencia a reducirse la frecuencia a medida que se incrementan los años (un 27,7 % de jóvenes de 15 a 19 años experimentan ideas de suicidio con alta frecuencia, frente a 20,3 % en jóvenes de 25 a 29 años).
