Puigdemont se cierra a investir a Sánchez y ERC y CUP lo supeditan al referéndum

Puigdemont cierra la puerta ante el riesgo de la "disolución" de Cataluña, mientras ERC y la CUP no descartan el apoyo al líder del PSOE.

MADRID, 22/06/2023.- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "entrevista" al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas (no visible en la foto), en la segunda sesión de trabajo del formato de precampaña impulsado por el PSOE para difundir la gestión del Ejecutivo, este jueves en Madrid. EFE/ Eva Ercolanese/PSOE / ***SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)***
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
EVA ERCOLANESE/PSOE

El debate sobre qué harán las fuerzas independentistas, en caso de que Pedro Sánchez esté en disposición de ser reelegido a partir del 23-J, se ha avivado desde que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, propuso a ERC, Junts y la CUP pactar el precio de una nueva investidura del presidente del Gobierno. Hasta ahora, las formaciones nacionalistas se habían mantenido más o menos ambiguas, pero ya empiezan a enseñar las cartas.

ERC, que es la única de las tres fuerzas secesionistas que facilitó la presidencia de Sánchez la pasada legislatura, a través de una abstención de sus 13 diputados, ha abierto la puerta a volver a hacerlo. Esquerra tiene claro que entre Sánchez y un Gobierno del PP y Vox, se decanta por lo que considera un mal menor. Eso sí, ya ha advertido de que elevará su precio. Quiere quitarse el sambenito de que apoyó al Gobierno de forma gratuita.

En 2019, el coste de facilitar la investidura y apoyar al Ejecutivo aprobándole los Presupuestos tuvo su contrapartida en forma de mesa de diálogo, indultos a los presos del 'procés' y reforma del Código Penal; en concreto, la derogación de la sedición. De cara a la próxima legislatura, los republicanos ya hablan de que exigirán "avances" en la autodeterminación. Sin dar más detalles. También algún tipo de blindaje para la lengua catalana. Sobre este extremo, sin ir más lejos, Pere Aragonès llamó ayer, en la celebración de San Juan, a reforzar los "lazos de fraternidad" entre los territorios de lo que llamó los "Països Catalans" ante la ofensiva contra la lengua catalana que a su juicio están perpetrando los "nacionalistas de Estado" y la "ultraderecha" en las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana.

La CUP es más explícita con el referéndum. Los anticapitalistas votaron en contra de la investidura de Pedro Sánchez en 2019, en su primera presencia en el Congreso. Ahora, en cambio, no descartan facilitar la reelección del candidato socialista "dependiendo de los resultados", según admitió Mireia Vehí. Su compañero, Albert Botrán, fue más claro y dijo que si Sánchez quiere sus votos (ahora tienen dos diputados), tiene que fijar fecha y pregunta para un referéndum autodeterminista. Si Aragonès lanzó el guante para pactar una posición común entre los independentistas, los cuperos han sido los primeros en aceptar el reto.

Aunque su propuesta es de máximos. Y tiene un riesgo para quienes la proponen: ¿Qué harán si de ellos depende que no haya un Gobierno de PP y Vox? ¿Mantendrán su posición hasta las últimas consecuencias? Porque referéndum no habrá, según los socialistas. Ayer lo reiteraron los ministros Félix Bolaños y Raquel Sánchez. En cualquier caso, los independentistas sí muestran su satisfacción porque la cuestión soberanista ha entrado con fuerza en la precampaña: ya sea por la posición de ERC y CUP como por la discrepancia entre Sumar y los comunes.

"Izquierda igual que derecha"

Junts, por su parte, cierra todas las puertas a investir a Pedro Sánchez. Consciente de que en el partido hay debate interno, Carles Puigdemont trató ayer de aplacar cualquier disidencia. Estabilizar el Gobierno español es contribuir a la "disolución de Cataluña", aseguró el expresidente de la Generalitat, instalado en el cuanto peor, mejor. "La izquierda es exactamente igual de disolvente que la derecha, y por ello se ayudan mutuamente, como hemos vuelto a ver en Barcelona. En este contexto, si ellos han decidido ser lluvia ácida para Cataluña, Cataluña no puede ser la lluvia balsámica de la política española", apuntó. En la misma línea, la cabeza de lista por Barcelona, Míriam Nogueras, aseveró que "no se puede investir a Sánchez, ha mentido a todo el mundo". "No hay agenda del reencuentro, no hay nada en absoluto de lo que se ha acordado. No solo no cumple y miente, sino que no paga", remató.

Si los socialistas no hubieran puesto en marcha la 'operación Collboni', en Junts aseguran que había sectores del partido dispuestos a explorar puentes para resucitar la Convergència pragmática en el Congreso. Pero con la elección del alcalde socialista de Barcelona, que ha dejado a Xavier Trias con la miel en los labios, vuelve a imponerse la tesis de que en Madrid no hay nada que hacer.

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