Facua demanda a Yelmo Cines por no permitir comida y bebida comprada fuera de sus establecimientos

Argumentan que la cadena incurre en una cláusula abusiva que limita los derechos de los consumidores.

Imagen de archivo cines Yelmo Plaza Imperial
Imagen de archivo cines Yelmo Plaza Imperial en Zaragoza
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La asociación de consumidores Facua-Consumidores en Acción ha llevado a los tribunales a la cadena de cines Yelmo por no permitir el acceso a sus salas con alimentos y bebidas adquiridos fuera de sus establecimientos. Facua ha interpuesto una acción de cesación en los juzgados de primera instancia de Madrid, argumentando que la cadena incurre en una cláusula abusiva que limita los derechos de los consumidores.

Yelmo Films SLU, la segunda cadena de exhibición cinematográfica del país, tiene más de 500 salas en 23 provincias y cuenta con establecimientos de venta de bebidas y comestibles. Según Facua, estos productos se venden a precios hasta 13 veces más caros que los que se pueden encontrar en otros establecimientos.

La empresa ha alegado que está en su derecho de admisión al prohibir la entrada a aquellos que porten alimentos y bebidas comprados en otros establecimientos. Pero Facua argumenta que esta práctica es contraria a la legislación y ha llevado el asunto a los tribunales tras sucesivas denuncias presentadas contra Yelmo en los últimos años.

Facua sostiene que el servicio de ambigú no es la actividad esencial definitoria del cine, por lo que la empresa no puede ejercer un derecho de admisión como si fuera un restaurante. La ley madrileña de espectáculos públicos establece que "el derecho de admisión deberá tener por finalidad impedir el acceso de personas que se comporten de manera violenta, que puedan producir molestias al público o usuarios o puedan alterar el normal desarrollo del espectáculo o actividad".

La asociación defiende que el derecho de admisión previsto en la ley está diseñado para proteger a los consumidores y no para el uso indiscriminado e interesado de las empresas. Además, Facua argumenta que Yelmo incurre en una práctica abusiva al imponer a los consumidores que compren los productos en su propio establecimiento, conforme a lo dispuesto en el artículo 89.4 del Real Decreto Legislativo 1/2007.

Para poder consumir alimentos y bebidas dentro de las salas, los consumidores se ven obligados a adquirirlos en la propia empresa, lo que les impide obtenerlos a mejores precios en otro establecimiento o llevar su propia comida y bebida. 

Según Facua, los precios que oferta Yelmo tienen márgenes de beneficio especialmente altos. "Según puede verse en el menú de uno de los establecimientos de la empresa en Madrid, si el usuario quiere o necesita hidratarse durante la sesión, tiene que pagar hasta 2,70 euros por una botella de agua de 50 centilitros y 4,95 euros por una Coca-Cola de 50 centilitros. En un supermercado, una botella de agua mineral de las misma capacidad puede encontrarse desde los 20 céntimos y una botella de Coca-Cola de 50 centilitros por 1,39 céntimos", explican.

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