Tres años de concesiones a sus socios

Esta misma semana Bildu y ERC anunciaban distintos acuerdos con los que garantizaban su apoyo a los terceros y últimos Presupuestos de la legislatura.

Última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso
Última jornada de debate y votación de los presupuestos en el pleno del Congreso
Kiko Huesca

PNV y Bildu han mantenido a lo largo de la actual legislatura a Pedro Sánchez en la mayoría de votaciones relevantes que el Ejecutivo ha tenido que sacar adelante. Pero no lo ha hecho a cambio de nada. Esta misma semana la formación abertzale y los republicanos anunciaban distintos acuerdos con los que garantizaban su apoyo a los terceros y últimos Presupuestos de la legislatura: medidas como la retirada de las competencias a la Guardia Civil de Tráfico en Navarra en el caso de los primeros, y la transferencia de 900 millones de euros para invertir en infraestructuras en Cataluña en el de los segundos.

El clamor de PPVox y Cs por lo que, sostienen, han supuesto contrapartidas de Sánchez desde el inicio de su etapa como presidente a sus socios a cambio de permanecer en La Moncloa ha sido una constante desde que el líder socialista desbancó a Mariano Rajoy. La oposición no ha dudado en señalar que ERC, que ha apoyado las cuentas públicas en las tres ocasiones, está detrás del indulto a los líderes independentistas del procés o de la reciente derogación del delito de sedición -además de la posible modificación de la malversación que parece haberse enfriado-. Los republicanos se han erigido como único socio del Ejecutivo dentro del independentismo catalán y han conseguido que el Gobierno se pliegue en cuestiones tan sensibles como la que hace referencia a la comisaría de la Policía Nacional en la Vía Layetana de Barcelona, lugar habitual de protestas independentistas cuyas obras se acordaron paralizar en los presupuestos de 2021.

Bildu también consiguió apuntarse tantos importantes en su negociación con el Ejecutivo en las cuentas públicas del ejercicio pasado, arrancando el compromiso de emitir ETB 3 -la televisión vasca- en todo el territorio navarro o una partida de 500.000 euros para digitalización y gestión inteligente de medios audiovisuales en euskera. También consiguió otras medidas de carácter más social como la suspensión de procedimientos de desahucio. Y es que los de Arnaldo Otegui, aunque huyan de tal etiqueta, han adquirido el estatus de socio preferente por delante incluso del PNV.

No obstante, los nacionalistas vascos no han dejado de apoyar a Sánchez más allá de las quejas reiteradas sobre la actitud poco dialogante del mismo. De hecho, en los primeros Presupuestos, los de 2020, estos lograron una reivindicación que venía de lejos como era la retirada del Ejército de los terrenos del cuartel de Loyola de San Sebastián, además de la gestión íntegra del Ingreso Mínimo Vital (IMV) para el País Vasco. Incluso la Ley de Memoria, uno de los proyectos estrella del Ejecutivo, se ha visto condicionada por las fuerzas de las que Sánchez abjuraba antes de las elecciones de 2019: se acabó incorporado una enmienda en dicha norma para investigar los crímenes cometidos entre 1978, fecha en la que se aprobó la Constitución, y 1983, ya transcurrido el primer año de Felipe González como presidente del Gobierno.

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