El Gobierno no prevé que las cinco térmicas de carbón que quedarán en 2020 alarguen su vida al no ser competitivas

Apuesta por el impulso de las energías renovables en la próxima década y prevé que en 2030 haya todavía 3 GW de nucleares.

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, junto a Isabel Celaá.
El Gobierno no prevé que las cinco térmicas de carbón que quedarán en 2020 alarguen su vida al no ser competitivas
Efe

El plan diseñado por el gabinete dirigido por la ministra Teresa Ribera, que será remitido este viernes a Bruselas, estima una horquilla de presencia del carbón en el 'mix' eléctrico de entre 0 y 1,3 GW en 2030.

No obstante, el Ejecutivo no prevé que las centrales térmicas de carbón, de las que a partir de 2020 quedarán cinco (Litoral, As Pontes -Endesa-, Los Barrios -Viesgo-, Soto de Ribera y Aboño -EDP- de las 14 existentes) alarguen su vida en el 'mix' más allá de ese horizonte ya que irán cerrando "de una manera natural" al no ser competitivas por razones de mercado.

Además, el Gobierno de la nación apuesta por el impulso de las energías renovables en la próxima década como uno de sus principales vectores de modo que para el año 2030, se prevé una potencia total instalada en el sector eléctrico de 157 GW, de los que 50 GW serán energía eólica; 37 GW solar fotovoltaica; 27 GW ciclos combinados de gas; 16 GW hidráulica; 8 GW bombeo; 7 GW solar termoeléctrica, y los 3 GW de nuclear.

En lo que respecta al almacenamiento, destaca el alza de las tecnologías de bombeo y baterías, con una potencia adicional de 6 GW, aportando una mayor capacidad de gestión a la generación.

En la rueda de prensa posterior al consejo de ministros, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado que estos objetivos, pese a ser "ambiciosos", son "plenamente factibles" y se encuentran en línea con los compromisos adquiridos en 2015 en un "nuevo contrato social".

Según ha explicado Ribera, este impulso a las renovables supondrá una reducción de entre el 20 % y el 21 % de las emisiones respecto a 1990, además de alcanzar el 42 por ciento de consumo a través de energías renovables en el año 2030, lo que significará un aumento de casi el 39 por ciento de la eficiencia energética por encima de la actual.

REDUCCIÓN DEL 21% DE LAS EMISIONES FRENTE A 1990

En concreto, el objetivo del plan que el Gobierno remite a Bruselas, cuyo borrador debe ahora recibir el visto bueno de la Comisión Europea y ser devuelto a España para su posterior ratificación antes de final de año, es la reducción del 21 % de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto al nivel de 1990. Al finalizar 2017, España estaba 18 puntos porcentuales por encima de esa referencia.

Asimismo, se prevé alcanzar un 42 % de energías renovables sobre el uso de energía final del país, un objetivo 10 puntos porcentuales más ambicioso que el 32 por ciento de la Unión Europea, y, en el caso de la generación eléctrica, el porcentaje de renovables en 2030 será del 74 por ciento.

Las medidas contempladas en el PNIEC permiten pasar de los 340 millones de toneladas de CO2 equivalente emitidos en 2017 a 226 millones de toneladas de CO2 en 2030, por lo que al término de la década dejará de emitirse una de cada tres toneladas.

En el caso de los denominados sectores difusos -residencia, transporte, agricultura, residuos, gases fluorados e industria no sujeta al comercio de emisiones-, la reducción de emisiones será del 38 por ciento respecto al año de referencia para los objetivos europeos, el de 2005. Por su parte, los sectores sujetos al comercio de emisión verán reducidas sus emisiones en un 60 por ciento respecto a 2005.

La generación eléctrica será la que más reduzca su nivel de emisiones, con un total de 44 millones de toneladas de emisiones de CO2 entre 2021 y 2030. Le sigue el transporte, responsable en 2017 del 26% de las emisiones. Reducirá sus emisiones en 28 millones de toneladas entre 2021 y 2030.

La ministra considera que la materialización de esta propuesta "permitirá a España alcanzar los objetivos comprometidos" con la Unión Europea, ya que se trata de un borrador "sólido, solvente y denso", cuya tramitación supone "la reforma estructural más importante para el país en las próximas décadas".

"La propuesta se ha elaborado en ocho meses con una plena integración de todos los departamentos ministeriales, de una forma sólida y transversal que maximiza la senda de sinergia y coherencia requerida para dar una respuesta convincente y eficaz en materia de clima", ha añadido

Por otro lado, la hoja de ruta prevé que en 2030 todavía haya operativos en el 'mix' eléctrico español algo más de 3 gigavatios (GW) de nuclear y un cierre ordenado de estas plantas por orden cronológico.

Fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica indicaron que el plan del Gobierno pasa por ir cerrando las plantas nucleares, los siete reactores actualmente existentes que suman más de 7 gigavatios (GW), "por orden de antigüedad". "Si las compañías deciden cerrarlas y piden permiso al Gobierno, lo que tiene el Gobierno en su plan es cerrarlas por orden de antigüedad", dijo.

De esta manera, entre el periodo 2025 y 2030 se producirían los cierres de las reactores de Almaraz y Ascó I y Cofrentes, llegando al periodo 2030-2035 abiertas las centrales de Asco II, Vandellós y Trillo.

Las mismas fuentes precisaron que el Gobierno en ningún momento negoció con antelación este calendario para el cierre de la nuclear, al contrario, una vez tomada la decisión de cómo sería la planificación, se sentó con las compañías y se pactó "a posteriori".

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