El Gobierno se ha propuesto que en 2025 el 90 % de los jóvenes tenga al menos una titulación de educación secundaria, uno de los objetivos a medio plazo que se ha fijado en la denominada "Agenda del cambio" que el Ministerio de Economía ha llevado al Consejo de Ministros de este viernes.

Esta agenda se ha diseñado para alcanzar "la España que queremos para el futuro", más ecológica, más igualitaria, más desarrollada en términos de bienestar y con una tasa de paro alineada con la media europea, ha dicho en rueda de prensa la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño.

Son en total 60 medidas a corto y medio plazo -algunas ya aprobadas- dirigidas a conseguir que al menos el 70 % del sistema eléctrico sea renovable, a alcanzar un 2,5 % de inversión en I+D+i en los Presupuestos, impulsar la transformación digital, reducir la brecha de género, erradicar la pobreza extrema en la infancia, detener la pérdida de población en zonas rurales o aumentar al 8 % el parque de vivienda social o asequible, entre otros objetivos.

La educación y el capital humano es unos de los pilares sobre los que se asienta esta estrategia, que también pretende que en 2025 al menos el 50 % de los niños de entre 0 y 3 años estén atendidos en centros educativos.

El resto de pilares que sustentan esta agenda son la fiscalidad, la transición ecológica, el avance científico y tecnológico, un mercado laboral eficiente y justo, la lucha contra la desigualdad y la protección del Estado del bienestar, y la eficiencia de la Administración.

Calviño ha explicado que la agenda es la "hoja de ruta" que "vertebrará la acción en el resto de la legislatura", ya que "no hay tiempo que perder" para sentar las bases de un crecimiento sostenible a nivel económico, social y medioambiental.

Ha añadido que es uno de los tres ejes del programa económico del Gobierno, junto con la sostenibilidad fiscal y la cohesión social.

En opinión de la ministra, España se encuentra en un buen momento para emprender este tipo de reformas, ya que aún goza de un crecimiento económico sólido que para 2019 prevé que ronde el 2,2 %, y enfrenta importantes retos, entre ellos un desempleo "insoportablemente" alto y con una "elevadísima" tasa de destrucción de empleo en época de recesión.

Según Calviño también es "crucial" atajar los desequilibrios, reducir la tasa de paro estructural, elevar la productividad y contener el nivel de deuda pública, así como hacer frente a otros retos más de futuro como la despoblación, el cambio climático y tecnológico, la globalización y la protección del Estado del bienestar.