El monopolio de Renfe en el tráfico ferroviario de viajeros toca a su fin en 2020 y la compañía pública redobla esfuerzos para plantar cara a la anunciada competencia en la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona. Su presidente, Isaías Táboas, ha concretado este jueves parte del rediseño del AVE de bajo coste que presentó hace un año el Gobierno del PP, que pasa por rebajar aún más su precio: si en 2018 se preveía que costara, de media, un 25% menos que la tarifa vigente en la línea, que ronda los 52 euros, ahora se reducirá aún más, hasta el 40%, con el fin de atraer a los futuros pasajeros a través de sus bolsillos.

La pretensión de la operadora es adelantarse y lanzar un servicio ‘low cost’ antes de que la compañía ILSA, creada por los dueños de Air Nostrum y liderada ahora por Acciona, inicie la explotación del primer AVE privado entre Madrid y Montpellier con paradas en Zaragoza, Perpiñán y Narbona.

Esto será posible con la liberalización del tráfico internacional en diciembre de 2020, pero para entonces Renfe llevará «unos meses» explotando su AVE de bajo coste, el denominado EVA que ahora incluso cambiará de nombre, según ha apuntado Isaías Táboas a un grupo de periodistas en un encuentro celebrado en Madrid.

Estos han sido los pocos detalles que adelantó respecto a la revisión del producto estrella de la compañía, que como ya pretendía el PP se ensayará en la línea de mayor demanda, la que une Madrid, Zaragoza y Barcelona, antes de extenderla al resto de corredores del país.

Táboas no ha adelantado si modificará el número de circulaciones sobre las cinco por sentido y día que el exministro de Fomento Íñigo de la Serna comprometió a partir de este mes y que se ha demorado un año. Lo que sí ha confirmado es que hará falta modificar algunos trenes para ganar capacidad. Hasta ahora, los planes pasaban por transformar tres AVE Talgo 102 para que tuvieran un asiento más por fila, eliminar la cafetería y reducir las clases preferentes, de modo que se pudiera ganará un 30% de viajeros por vagón.

El presidente de Renfe ha ratificado que el AVE de bajo coste es el puntal del plan estratégico aprobado por el consejo de administración el pasado martes para el periodo 2019-2023, diseñado para hacer frente a la liberalización y salvar así «el bocado que pueden dar al negocio» otras compañías ferroviarias.

Este nuevo producto será la base de las previsiones de crecimiento de la compañía, junto a su internacionalización, que le llevará a explotar servicios regionales que Francia sopesa abrir a la competencia, en Reino Unido y en Latinoamérica, informó Europa Press. También pretende «mejorar y redefinir» servicios que presta en la actualidad.

Sobre esta base, Renfe confía en crecer un 30% en los próximos diez años, de forma que su cifra de negocio alcance los 5.300 millones en 2028. Si se cumplen las previsiones del plan estratégico, el AVE de bajo coste podría aportar un 15% de los ingresos de la compañía dentro de cinco años, mientras que los servicios internacionales podrían generar hasta un 10% adicional.