Empieza el juicio contra el cazador que mató a dos agentes rurales en Lérida
En una sala de vistas que se encuentra abarrotada, están presentes, visiblemente emocionados, las esposas y varios familiares de las dos víctimas mortales.
La Audiencia de Lérida ha iniciado este lunes el juicio contra Ismael Rodríguez, un cazador que hace dos años disparó mortalmente y por sorpresa contra dos agentes rurales en un coto de la localidad leridana de Aspa cuando llevaban a cabo un control rutinario, una vista que se alargará hasta el jueves.
En una sala de vistas que se encuentra abarrotada, están presentes, visiblemente emocionados, las esposas y varios familiares de las dos víctimas mortales.
A las puertas del edificio judicial se ha concentrado un grupo de agentes rurales con una pancarta en la que se pide que se implementen todas las medidas de seguridad para el cuerpo que la Generalitat se comprometió a establecer tras el crimen de sus compañeros.
Antes de iniciarse el interrogatorio del imputado, la fiscal ha recordado al jurado popular cuál es su labor y ha explicado a sus miembros los precedentes de los hechos.
Hoy se cumplen dos años justos del crimen de los agentes rurales Xavier Ribes (43 años) y David Iglesias (39 años), a los que el cazador disparó a corta distancia dos tiros a cada uno.
Rodríguez nunca ha llegado a aclarar los motivos de su "inexplicable reacción", según la calificó el juez instructor, y ha permanecido en prisión provisional desde ese día a la espera de la celebración del juicio.
Esta misma semana, la Audiencia de Lleida ha ordenado que se prorrogue dos años más la situación de prisión provisional del cazador, ya que el plazo inicial de dos años finaliza el próximo 24 de enero y, según la Sala, existe riesgo de fuga.
La acusación particular que representa a las familias pide penas que suman 51 años de prisión, por dos delitos de asesinato y atentado a la autoridad, 5 meses por tenencia ilícita de armas, y que se le imponga una multa de entre 3.000 y 5.000 euros.
Por su parte, la Fiscalía pide inicialmente para Rodríguez un total de 23 años y 8 meses de prisión por cada delito de asesinato y un año más por tenencia ilícita de armas.
Asimismo, el ministerio público solicita que el acusado indemnice a los familiares con más de un millón de euros.
El fiscal considera acreditada la intención del acusado de matar a los agentes rurales y califica el crimen de delito de asesinato con traición en concurso con un delito de atentado contra agentes de la autoridad.
En el momento del crimen, Ismael Rodríguez, que tenía entonces 28 años, tenía la licencia de caza caducada y utilizaba una escopeta a nombre de un amigo que tampoco disponía de la autorización necesaria para cazar en el coto.
