Cisma en Podemos

La decisión de Íñigo Errejón de presentar su candidatura junto a la de Carmena provoca un verdadero cisma en Podemos.

Errejón ha hecho estallar el proyecto de Podemos en Madrid.
Errejón ha hecho estallar el proyecto de Podemos en Madrid.
Fernando Villar / Efe

Íñigo Errejón y Manuela Carmena han pactado en Madrid a espaldas de Pablo Iglesias y este ha respondido rompiendo la relación con quien fue su mano derecha. Podemos presentará una lista alternativa a la de Errejón, quien concurrirá para la Comunidad de Madrid bajo la denominación Más Madrid, la plataforma de la alcaldesa. Se trata de un terremoto político cuyas réplicas llegarán a todo el país.

Cuatro años después de un sorprendente éxito electoral que llevó a un nuevo grupo político a pasar de la nada a ser el tercero y con aspiraciones a convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda, Podemos sufre hoy un cisma que puede generar una cruenta crisis. Así, Iglesias, Errejón y Carmena coprotagonizan de nuevo la más clásica de las señas de identidad de la izquierda tradicional: la división interna. En plena precampaña de las elecciones autonómicas y municipales, la alcaldesa de Madrid y el candidato podemita a la Comunidad han decidido concurrir a los comicios bajo la marca Más Madrid, una decisión que ha pillado por sorpresa a la dirección de Podemos. La reacción de Iglesias ha sido interrumpir su permiso de paternidad para anunciar que Podemos presentará una lista alternativa para la Comunidad de Madrid, pero no para el Ayuntamiento.

Íñigo Errejón ha decidido por sorpresa prescindir de Podemos, cuya lista autonómica iba a encabezar hasta ayer mismo, y aliarse con la independiente Carmena para aprovechar el relevante tirón electoral de la alcaldesa, a la que los sondeos sitúan compitiendo por el primer lugar con la candidata de Ciudadanos. Además, ya había rechazado llevar de número dos de su lista a la candidata de IU. De este modo, lanza un órdago a la dirección de Pablo Iglesias, amenaza con hacer estallar el proyecto de Podemos en Madrid y, de paso, desarbola la delicada política de alianzas desplegada durante el último año por el propio Iglesias y Alberto Garzón.