Andalucía y la lógica de bloques

Ciudadanos debería hacer valer su vocación centrista en la política española.

Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, durante su intervención ayer en el Parlamento autonómico.
Juan Marín, líder de Ciudadanos en Andalucía, durante su intervención ayer en el Parlamento autonómico.

Habrá que ver si estar en un gobierno que necesitó ayer para nacer y que seguirá necesitando con frecuencia los votos de la extrema derecha no termina pasándole a Ciudadanos una pesada factura y cortando las alas de su meteórico ascenso electoral. En Andalucía, tras treinta y seis años de socialismo, se imponía aprovechar la oportunidad para el cambio. Sin embargo, quizás hubiera sido mejor estrategia para el partido naranja la de apoyar la investidura de Juan Manuel Moreno, pero quedándose fuera del Ejecutivo. En los cada vez más fragmentados parlamentos que el voto de los españoles está produciendo, formar gobiernos se ha convertido en una pesadilla. Pero precisamente Ciudadanos, por sus orígenes, por los principios que defiende y por su posición objetiva en el espectro político, debería ser la fuerza más interesada en romper con la lógica de bloques en la que algunos quieren encerrar el nuevo sistema de partidos. O gobierna una alianza en bloque de la derecha, desde la más extrema a la más templada, o gobierna una unión de las izquierdas, incluida la más radical y con el aditamento de los separatistas: ese parece ser el futuro que algunos nos dibujan y a muchos españoles nos resultará indigesto. Ciudadanos tiene que maniobrar de manera que haga valer su vocación centrista. Su misión es la de facilitar que los gobiernos se orienten hacia la moderación. En ese sentido, el de Andalucía no ha sido un buen paso.