Pedro Sánchez y el 'cholismo' político

Comparar el gasto de estos Presupuestos con el ‘Plan E’ de ZP es una broma pesada.

Algunos de los carteles del Plan E se fabricaron en Zaragoza.
Algunos de los carteles del Plan E se fabricaron en Zaragoza.
José Miguel Marco

Definitivamente, Pedro Sánchez es un decidido partidario del ‘cholismo’ político: día a día, mes a mes, en lugar de partido a partido. La única -pero sustantiva- diferencia es que Simeone busca siempre la victoria de su equipo y el presidente, su beneficio personal aunque todos los demás salgan perdiendo. Está muy claro desde el día que no hizo ascos a los votos de los independentistas, pese a que ahora lo ignore y ande apelando al patriotismo para que PP y Cs posibiliten unos presupuestos con los que pretende exclusivamente prolongar su estancia en la Moncloa.

Lo que no sabíamos es que, además, debe estar convencido de su superioridad intelectual frente a todos los españoles. De otra manera, no se entiende que nos intenten vender la burra de que estos presupuestos suponen la mayor apuesta de gasto público desde el llamado ‘Plan E’ (Fondo Estatal de Inversión Local y Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local), que impulsó su innegable padrino político Zapatero.

O nos toman por tontos o su desfachatez es más alargada que la sombra del ciprés. ¿Pero nadie recuerda que con aquel despropósito se derrocharon millones de euros en obras que, en muchos casos, costaban menos que los carteles propagandísticos que el gobierno obligó a colocar para identificarlas como regalo del régimen? ¿O que el Tribunal de Cuentas resolvió que el 70% de los proyectos subvencionados eran totalmente innecesarios y su tramitación estuvo plagada de irregularidades? ¿Y que no se creó un puñetero empleo? Por favor, a estas alturas de la paliza que los gobiernos nos están metiendo con la excusa de la crisis, pocas bromas. Y tomaduras de pelo, mejor ninguna.