Pablo Iglesias "aburre" a las cabras, pero se sabe 'La Venganza de Don Mendo'

Ha habido un enfrentamiento entre el líder de Podemos y el senador del PP, Luis Aznar, por el que la presidenta de la comisión ha tenido que intervenir.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
Efe

Pablo Iglesias, líder de Podemos, ha superado este jueves la prueba de la Comisión de Investigación de los Partidos montada por el PP en el Senado pertrechado con el arma que mejor maneja, la verborrea dialéctica, una estrategia con la que ha logrado no contestar a casi nada y aburrir "hasta las cabras".

Así se lo ha espetado su interrogador, el senador del PP Luis Aznar, quien tras más de una hora de comparecencia veía esta mañana cómo el secretario general de Podemos se le iba de rositas poniéndose morado a leer autos judiciales exculpatorios sobre cualquier atisbo de financiación ilegal de su partido político.

"¿Por qué le preocupa tanto que hable?", le preguntaba Iglesias haciendo estallar a un Aznar -el senador, no el expresidente que en el Congreso le tachó de "peligro para la democracia"- que le respondió con un "porque aburre usted hasta las cabras".

No había cabras ni aburridas ovejas en la comisión, como insistía luego el compareciente, sino muchos senadores del PP que murmuraban, protestaban y se indignaban con el contraataque del jefe de filas de Podemos, empeñado en leer al detalle resoluciones judiciales y sacar los colores al PP con las conclusiones de la comisión del Congreso que indagó la llamada "policía política" del PP.

Y ha sido una de estas menciones la que han propiciado casi el único momento divertido de una tensa, agria y a veces muy desagradable sesión de más de tres horas y media.

La presidenta de la comisión, Rosa Vindel, ha tenido que intervenir para terciar -como en "La venganza de don Mendo", ha dicho- entre Aznar e Iglesias cuando se empeñaba en leer el dictamen de la "comisión de cloacas" pese a las quejas del senador.

Pablo Iglesias ha cogido la referencia literaria al vuelo y de inmediato ha recitado de memoria: "Aquí mesmo este puñal/ nos dará muerte a los dos./ Primero lo hundiré en ti,/ y te daré muerte, sí/ ¡Lo juro por Belcebú!, /y luego tú misma, tú,/ clavas el acero en mí", aclarando que la estrofa pertenecía a la comedia de Pedro Muñoz Seca.

No ha quedado ahí la cosa, porque raudo de reflejos Luis Aznar ha recuperado otro puñado de versos de la misma obra teatral, aunque en versión algo más libre, del famoso pasaje del juego de las siete y media: "Una y otra vez pasé /pero nada conseguí /a la cuarta me planté /volví la carta... y perdí".

Vindel ha pedido a ambos que acabaran con ese "bucle", pero la momentánea distensión ha sido sólo un espejismo y el enfrentamiento ha continuado hasta alcanzar extremos tan desagradables como cuando Aznar ha afirmado que Podemos tiene entre sus filas a "condenados por violencia de género y pederastia".

Ha sido al final de una comparecencia que la presidenta ha querido zanjar vista su deriva, porque lo que empezó con algún chiste de Luis Aznar basado en un absurdo dicho popular ("lo suyo es 'como no me gusta el arroz con leche, por debajo de la puerta te meto un ladrillo") tomaba feo cariz.

Iglesias había sacado a colación el polémico mensaje de whatsapp del portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, sobre el juez Marchena como candidato para presidir el Tribunal Supremo, y Luis Aznar contratacó con otro mensaje privado del líder de Podemos en el que hablaba de que "azotaría hasta que sangrase" a una presentadora.

"Tanto crédito tiene para mí el whatsapp suyo sacudiendo a una presentadora de televisión como el que usted ha referido del señor Cosidó", ha dicho Aznar, quien le ha anunciado: "A partir de ahora me lo voy a imaginar a usted con un látigo en la mano".

Y eso que el compareciente le había apuntado en otro momento "puede que acabemos los dos con la mantita, como Epi y Blas" al advertir el portavoz del PP que al ritmo que iba su declaración no acabarían hasta las Navidades.

Exasperado por la falta de respuestas y las prolijas explicaciones de un Iglesias encantado en su bucle judicial exculpatorio, Aznar no se ha ahorrado referencias personales y ha hasta ha sacado a colación las "dos compañeras sentimentales" de su interlocutor.

Pero la jornada era este jueves teatral, muy teatral, y los gestos han tenido su protagonismo; Aznar ha recriminado a Iglesias que no se atreviera a mirarle a los ojos cuando estaba "falseando" sus palabras, y el líder de Podemos los ha abierto todo lo que ha podido para aseverarle que su partido "jamás" recibió fondos del extranjero.

Y cuando Iglesias más ha hecho perder la paciencia al senador ha sido al afirmar que la mayoría de los miembros del PP que pasan por los juzgados salen "esposados" y camino de la cárcel, mostrando los brazos bien unidos por unos imaginarios grilletes que en la sala de comisiones, hoy corral de comedias, casi parecían de verdad.

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