Detienen al padre y al hermano de una menor a la que iban a casar a la fuerza en Marruecos

La familia había obligado a la joven a utilizar velo islámico y a dejar sus estudios para contraer matrimonio con un hombre de 37 años.

Imagen de archivo de un vehículo de la Guardia Civil.
Imagen de archivo de un vehículo de la Guardia Civil.
Guardia Civil

A sus 17 años iba a ser llevada a la fuerza a Marruecos para contraer allí matrimonio con un hombre de 37 años. Lo evitó la Guardia Civil de Alicante en el último momento. Los agentes conocieron la situación de la menor unas horas antes de su viaje, a través de una persona que conocía lo que estaba ocurriendo. Se preparó un encuentro de urgencia con ella para verificar su situación. Fue una reunión complicada, puesto que ella tenía prohibido salir de casa y, cuando lo hacía, iba siempre acompañada por familiares.

Finalmente, los agentes lograron comunicarse con la chica sin que su padre y su hermano se percatarán. Primero les contó que sufría coacciones y malos tratos desde que había iniciado la adolescencia. Según relató, no podía usar determinadas prendas de ropa y le obligaban a usar el velo islámico, siempre que fuera a salir de casa.

El teléfono móvil se lo revisaban continuamente, hasta que llegó un momento que le prohibieron usarlo. También le habían prohibido ir al instituto desde hacía meses. Tan solo había conseguido, después de muchas súplicas, que le dieran permiso para asistir a los exámenes de junio. A pesar de no haber asistido a clase, logró aprobar todas las asignaturas menos una.

Su situación se había intensificado a comienzos de este año, pues la familia tenía intención de concertar su matrimonio con un hombre mayor que ella y, de esta forma, quería que fuera sometiéndose al nuevo estado. El matrimonio iba a tener lugar en una localidad de Marruecos de la que eran originarios los padres, a donde ella debía trasladarse una vez se celebrara la boda.

Suicidio

La situación generó tanto estrés en la menor que en el mes de marzo intentó suicidarse, aunque los médicos consiguieron salvar su vida. Después de esta tentativa de suicidio, los padres decidieron llevarla al país vecino para conocer a su futuro marido y ver si así la joven iba aceptando la situación. Tras conocerle y de vuelta en España, a pesar del rechazo de la menor, era obligada a mantener conversaciones telefónicas diarias con el que iba a ser su marido. En esas conversaciones solo hablaba él.

La menor también narró a los agentes de la Guardia Civil diversas agresiones protagonizados por su hermano mayor, un joven de 29 años, por no aceptar las imposiciones de su familia respecto a sus costumbres religiosas y culturales. Con todos estos datos y en constante comunicación con el juez de guardia de la localidad, los agentes trasladaron a la menor a dependencias de la Guardia Civil y detuvieron al padre y al hermano como presuntos autores de un delito de malos tratos en el ámbito familiar y otro de coacciones.

Tras ser liberada, la menor quiere continuar con sus estudios y seguir viviendo en España, país donde ha nacido y vivido toda su vida. Ahora se encuentra en un centro de acogida gestionado por la Entidad Pública de Protección de Menores.

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