Marchena renuncia a presidir el Poder Judicial y defiende su independencia

Con esta decisión se desliga del acuerdo político entre PSOE y PP y seguirá presidiendo la Sala que juzgará a los investigados por el proceso de independencia de Cataluña.

El juez Manuel Marchena saludando a Grande-Marlaska y el socialista Juan Carlos Campo
El juez Manuel Marchena saludando a Grande-Marlaska y el socialista Juan Carlos Campo
Efe

El magistrado Manuel Marchena, candidato pactado por el Gobierno y el PP para presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), ha anunciado este martes que renuncia a presidir el órgano de gobierno de los jueces. Marchena defiende su independencia y se desliga del acuerdo político entre PSOE Y PP.

"Jamás he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal", recalca el magistrado en el comunicado.

Marchena se desmarca del pacto político para la renovación del Consejo y defiende que su "independencia" ha caracterizado su carrera judicial. Asegura que sus desempeño como magistrado del Tribunal Supremo es "la mejor muestra" de que "jamás" ha aplicado el derecho siguiendo opciones políticas.

"Mi trayectoria como magistrado ha estado siempre presidida por la independencia como presupuesto de legitimidad de cualquier decisión jurisdiccional", ha resumido.

Su renuncia significa que seguirá presidiendo la Sala que juzgará a los investigados por el proceso de independencia de Cataluña.

En su comunicado Marchena explica que se ve obligado a hacer unas precisiones ante "las noticias divulgadas en los últimos días" acerca de su "hipotética designación como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial".

"Jamás he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal", comienza señalando.

Añade que su trayectoria como magistrado "ha estado siempre presidida por la independencia como presupuesto de legitimidad de cualquier decisión jurisdiccional".

"El examen de las resoluciones que durante estos años he dictado como magistrado del Tribunal Supremo -de forma esencial como presidente de la Sala de Admisión de las causas contra aforados- es la mejor muestra de que jamás he actuado condicionando la aplicación del derecho a la opción política del querellado o denunciado", agrega.

Y concluye: "Por todo ello anticipo públicamente mi decidida voluntad de no ser incluido, para el caso de que así fuera considerado, entre los candidatos al puesto de presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial".

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