Una jurista cree que el caso de 'La Manada' marca un antes y un después para la reforma del Código Penal

La experta considera qu hay un desajuste entre lo que el Código Penal considera violación y lo que la gente piensa que es violación.

El fiscal imputa estos delitos a Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero, que acudieron en la noche del 1 de mayo de 2016 a la feria de la localidad de Torrecampo (Córdoba).
Miembros de 'La Manada'.
Atlas

La vicedecana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), Leticia Jericó, ha considerado este jueves que el caso de 'La Manada' ha supuesto “un antes y un después" en la necesidad social y jurídica de reformar el Código Penal.

Jericó ha intervenido este jueves en una jornada sobre delitos sexuales junto a Juan Carlos Quer, padre de Diana Quer (la joven madrileña asesinada y hallada muerta en Galicia en 2017) y Juan José Cortés, padre de Mari Luz Cortés (asesinada en Huelva en enero de 2008).

Para la jurista, a lo largo de la historia, los delitos sexuales “han sido un ejemplo clarísimo de cómo la norma recoge estereotipos y roles sociales de desigualdad en lo que se refiere a derechos y obligaciones que suponen una discriminación de la mujer”.

Así, ha apuntado que desde hace tiempo “hay voces en la calle” que piden reformar el Código Penal sobre esta cuestión y ha citado algunos momentos importantes como el movimiento feminista del 8 de marzo del pasado año, en el Día Internacional de la Mujer, o el caso de La Manada.

Para la experta, este caso ha expresado “el alejamiento” del concepto jurídico de violación en el Código Penal frente al concepto social: “Hay un desajuste entre lo que el Código Penal considera violación y lo que la gente piensa que es violación”.

Este caso, ha incidido, también ha puesto de manifiesto que a la mujer víctima del delito contra la libertad sexual "se le exige algo más que a la víctima de cualquier otro delito”, ya que se le pide “una resistencia casi numantina”.

“Esto es muy peligroso”, ha remarcado, porque, si las mujeres agredidas tienen que reaccionar para que se les crea que están intimidadas, “significará que pondremos en riesgo grave nuestra vida”.

Ha indicado que este caso generó “una alarma social terrible” porque, para el derecho penal, la víctima “no fue agredida sexualmente, sino abusada” y no se consideró que estuviera intimidada.

Jericó ha recordado que se produce una "intimidación ambiental" cuando no hay una amenaza explicita, pero la víctima cree, por las circunstancias, que puede sufrir un daño.

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