El acto de este domingo en Alsasua, convocado por la plataforma España Ciudadana, contó con la participación de una víctima del atentado de la Casa Cuartel de Zaragoza, Beatriz Sánchez Seco. Esta mujer, que precisamente cumplía cinco años cuando ETA hizo estallar un coche bomba que segó la vida de once personas y dejó 88 heridos, dio su discurso en medio del boicot que se le hizo desde la iglesia de la localidad con el tañir de las campañas.

Sánchez Seco dijo ser una "orgullosa hija de guardia civil” que, sin embargo, ha vivido “el rechazo y acoso” al que les han sometido “por ser familiares de un miembro de las fuerzas de seguridad". “El 11 de diciembre de 1987, ETA decidió celebrar mi quinto cumpleaños con fuegos artificiales”, recordó la víctima, para se detuvo en los efectos del atentado de la banda terrorista: “Entre los fallecidos estuvieron seis niños y una mujer embarazada. Como consecuencia de este atentado, se quedaron huérfanos de padre y madre tres niños y a una preciosa mujer, muy valiente, le destrozaron la vida ya que le dejaron sin marido y sin su hija”.

Sánchez Seco tuvo un especial recuerdo para las "más de 300 víctimas que hoy en día no tienen su caso resuelto" y criticó a quienes, además, "tienen la crueldad de justificar a esos asesinos". "Que no nos engañen, si ETA se ha disuelto ha sido gracias al trabajo de las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado", remarcó, antes de reclamar al Gobierno que "no deje que manipulen la historia".

Por otro lado, la víctima del atentado de la casa cuartel de Zaragoza reclamó que se "conozca la verdadera historia de ETA en la que las víctimas son las protagonistas, que se les haga justicia y, se les dignifique", y pidió además que los presos de la banda "cumplan sus condenas íntegras, sin beneficios de ningún tipo". "Es una humillación para las víctimas que se reciba a los terroristas como héroes", abundó.