Un Gobierno débil

El Ejecutivo de Pedro Sánchez ya ha prescindido de dos ministros cesados (Màxim Huerta y Carmen Montón) y la de Justicia está contra las cuerdas por sus mentiras sobre Villarejo y Marlaska.

Dolores Delgado, nueva ministra de Justicia.
Dolores Delgado, ministra de Justicia.
Efe

Ni siquiera han transcurrido cuatro meses desde que tomó posesión y el Ejecutivo de Pedro Sánchez ya acumula una desproporcionada cantidad de tropiezos, errores y dimisiones. Ya van dos ministros cesados (Màxim Huerta y Carmen Montón) y la de Justicia está contra las cuerdas por sus mentiras sobre Villarejo y Marlaska

Como en el conocido chiste, a Pedro Sánchez le dieron ayer dos noticias durante su estancia en Nueva York, una buena y otra mala. La buena fue que, según la encuesta del CIS, el PSOE mantiene una holgada ventaja electoral sobre el resto de los partidos. La mala, que el sondeo fue realizado antes de que empezara a estallar en la Moncloa un auténtico arsenal de ‘bombas políticas’: la polémica por su tesis doctoral, la dimisión de Carmen Montón como ministra de Sanidad, la desautorización de la ministra de Defensa por la venta de armas a Arabia Saudí, las críticas a las declaraciones de los ministros sobre la liberación de los políticos presos en Cataluña, el freno en el Parlamento a sus prisas por cerrar un Presupuesto para 2019 y, por último, las mentiras de Dolores Delgado que colocan a la ministra de Justicia en el ojo del huracán.

Más allá de su asfixiante precariedad parlamentaria, es difícil encontrar en la historia democrática de España un Gobierno que se haya ‘quemado’ en tan corto espacio de tiempo. Se trata de un Ejecutivo inestable y desnortado. Y las declaraciones de su vicepresidenta aún incrementan más la imagen de falta de coordinación y de improvisación. Sánchez intentará superar este periodo de dificultades retrasando las elecciones. No obstante, el paso el tiempo solo consigue con frecuencia que todo empeore aún más.