Demasiadas argucias

PP y Ciudadanos se unen contra la triquiñuela de Pedro Sánchez para suprimir el veto del Senado al Presupuesto.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
Efe

Que Pedro Sánchez pueda agotar la actual legislatura depende de que saque adelante los Presupuestos del Estado para 2019. El PP y Ciudadanos están utilizando sus armas (controlan la Mesa del Congreso y tienen mayoría en el Senado) para impedirlo. Pero el PSOE acaba de sacarse de la manga un atajo para suprimir el veto de la Cámara Alta. Son argucias legales, pero ofrecen escasa legitimidad ante la ciudadanía

El proyecto del Gobierno de aprobar para 2019 unos Presupuestos más expansivos choca con la capacidad de veto que tiene el Senado. Además, la reforma de la ley presupuestaria para anular este veto puede eternizarse porque PP y Ciudadanos, que controlan la Mesa del Congreso, podrían ampliar el plazo de enmiendas cada semana sin un límite concreto. El Gobierno ha roto el bloqueo recurriendo a un mecanismo, ya utilizado en otras ocasiones por ambos partidos mayoritarios, para cumplir los plazos y presentar los Presupuestos a final de año: una enmienda a una norma de violencia de género permitiría la reforma de la ley de estabilidad.

Resulta una singularidad que el Senado tenga capacidad efectiva de veto sobre la senda de déficit, a diferencia de las demás cuestiones, en las que la decisión final corresponde al Congreso. Pero este aspecto, aunque recibió críticas, no fue recurrido en su momento ante el Tribunal Constitucional y ha estado vigente durante años. Por otro lado, no parece normal introducir en un proyecto de ley enmiendas sobre un asunto distinto al que tiene por objeto. Son, pues, dos anomalías. Por ello, ante estas actuaciones, hay que hacer un llamamiento a unos y a otros para evitar la parálisis. Aunque la prerrogativa de disolver las Cámaras y convocar a las urnas es competencia del presidente del Gobierno, sería un grave error interpretar esta disposición constitucional en un sentido meramente electoralista.